viernes, abril 24, 2009

La piedra en el zapato

Barack Hussein Obama demostró los limites del poder que simbólicamente ocupa desde el pasado mes de enero: en el Congreso, en los medios de comunicación, en los banqueros y en las fundaciones conservadoras, en el vociforeo de personajes como Newt Gingrich y Dick Cheney, en las esfervecescencias que ya se escuchan en los templos clavinistas donde se enseña y propaga el fundamentalismo cristiano y hasta en la Asociación del Rifle hay inquietud por su ensayo de diplomacia "Soft" y "Cossy" language con que debutó la pasada semana su Administración en su principal espacio de referencia mundial: su propio hemisferio. El Imperio no está listo para hablar civilizadamente. Solo sabe guerrear, imponer, torcer brazos, comprar almas. El encantador Obama tuvo que desdecirse de sus dichos electorales, de sus posiciones anteriores, quizás hasta de su propio credo más íntimo. Amenazas veladas ya lo rondan. Cuba es elegida para dictar moralina. Nos ofrece un nuevo comienzo... con bloqueo, ley de ajuste, base naval de Guantánamo. Y cuando se dispone a caminar, el zapato le molesta. Si once presidentes antes que él no pudieron o no supieron o no quisieron sacarla, ¿podrá él?

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