jueves, abril 09, 2015

EL OTRO CONCIERTO OLVIDABLE, DEL INCORDIO.


En marzo la sede en Panamá de la Universidad del Estado de la Florida (Florida State University), cuya sede se encuentra en la Ciudad del Saber, solicitó los espacios necesarios para realizar un foro y un evento artístico el 9 de abril de 2015 a la Fundación Ciudad del Saber, una organización sin fines de lucro dedicada a la promoción del emprenderismo, la innovación, el desarrollo humano sostenible y la cultura.
Sin mayor información sobre la primera actividad, la solicitud se enfocó en el alquiler del teatro de la Ciudad del Saber que lleva el nombre de El Ateneo y donde se han presentado artistas de fama mundial, para realizar un encuentro de música HIP-HOP Cubana, donde además de destacar la presencia del hijo de Silvio Rodríguez, se anunciaba la entrada libre y barra abierta (consumo gratuito) con el patrocinio de Ron Bacardí.   Hasta allí todo hubiera estado bien por tratarse de una solicitud de la Universidad del Estado de la Florida, que como se dijo tiene su sede en la Ciudad del Saber, con la excepción del consumo de bebidas alcohólicas en un campus que no está diseñado ni en lo conceptual ni en la práctica para la ingesta libre de alcohol.
Sin embargo, tan pronto inició la promoción de estos eventos a través de las redes sociales, se descubrió el verdadero rostro de la solicitud de FSU, cuando aparecieron como sus verdaderos patrocinadores la Federación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC), la Cuban Soul Foundation (CSF), la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) y la Asociación Pro Arte Liberal (APAL), anunciando un foro para reflexionar sobre "el camino por recorrer en la lucha por los derechos humanos" y un concierto a nombre de la libertad, destacando el propósito de los promotores de apoyar a la sociedad civil cubana independiente que atendería la VII Cumbre de las Américas a realizarse en Panamá los días 10 y 11 de abril.
Según los promotores, estas actividades tenían el propósito de apoyar a la sociedad civil cubana independiente que atendería la VII Cumbre de las Américas y sin contar con autorización previa, utilizaron en su publicidad los logos de la VII Cumbre de las Américas y el de la Fundación Ciudad del Saber, lo que causó que tanto el Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá y la Fundación Ciudad del Saber solicitaran la remoción de los mismos.
Sin embargo lo curioso aquí es la participación de la Universidad del Estado de la Florida y la manera solapada y encubierta que esta utilizó para lograr el alquiler de El Ateneo, colando un evento de claro corte político y de provocación en contra de la tranquilidad de la VII Cumbre, sabiendo que la Fundación Ciudad del Saber tiene como política no permitir en su campus y sus instalaciones actividades de naturaleza política o religiosa.   FSU no solo escondió a los verdaderos promotores de estos eventos, sino que también escondió los malsanos propósitos que los motivaban.
Dicho esto, habría que preguntar: ¿puede la Universidad del Estado de la Florida, que utiliza fondos públicos, comprometer su nombre en una actividad de corte político-subversivo, pero además, en un país ajeno a la legislación que pudiera permitírselo?;  ¿hasta dónde influyen en esta decisión de utilizar a esta universidad estatal de mampara a grupos políticos como la FHRC y la FNCA el senador Marco Rubio y la congresista Ileana Ros-Lehtinen, quienes antes y durante la Cumbre apoyaron a estos grupos desde sus curules en los Estados Unidos?; ¿qué tanto poder o identificación ideológica tienen estos grupos anti-castristas para haber logrado el apoyo de personas en la Fundación Ciudad del Saber, quienes permitieron que estos eventos se realizaran a pesar de haberse detectado con suficiente tiempo para cancelarlos y evitar así la violación de sus políticas de objetividad, neutralidad y transparencia política y religiosa?.
Los estamentos de seguridad del Estado panameño responsables de la seguridad y la paz de la VII Cumbre manifestaron su desacuerdo con la realización de estos eventos, sobre todo por la ausencia de una comunicación previa y responsable de parte de los organizadores dirigida a las autoridades competentes para evaluar los posibles riesgos y asegurar que la presencia de revoltosos profesionales en la Ciudad del Saber se mantuviera dentro de un marco de respeto y civismo.
Finalmente, la noche del 9 de abril más de 75 miembros de la Policía Nacional de Panamá se hicieron presentes en El Ateneo en clara demonstración de fuerza preventiva y lograron que los propósitos políticos de los promotores no se salieran de su cauce.  A pocos metros de El Ateneo, acompañados de miembros de la Seguridad panameña, un grupo de la delegación de la República de Cuba que se hospedaba en el hotel Holiday Inn de la Ciudad del Saber, prestó atención al desarrollo de los acontecimientos y esperó pacientemente y con tolerancia a que se apagaran las luces del teatro.

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