lunes, febrero 29, 2016

CUBA-EE.UU.: SÉPTIMO MITO DE UNA CONFRONTACIÓN HISTÓRICA

Mito 7: La extrema derecha cubanoamericana ha tenido secuestrada la política hacia Cuba.
 Si bien es cierto que la extrema derecha cubanoamericana ha tenido importantes niveles de influencia en el diseño y la implementación de la política hacia Cuba y que incluso en la actualidad constituye una fuerza política nada despreciable -sobre todo en el legislativo estadounidense-, es falso que en algún momento hayan alcanzado el control de la misma.
La política de los Estados Unidos hacia Cuba siempre ha sido una Política de Estado. El llamado lobby cubanoamericano ha sido una pieza funcional a los intereses de Washington contra Cuba desde su origen. Ha sido un instrumento de la política, más que la política misma. Fue durante la administración de Ronald Reagan, coincidiendo con el surgimiento del movimiento neoconservador en los Estados Unidos, que este lobby alcanzó mayor protagonismo y nivel de organicidad, con un amplio nivel de acceso a las estructuras de poder estadounidenses y los medios de comunicación. Este lobby, que tomó como ejemplo para su estructuración al influyente y poderoso lobby judío, se nucleó fundamentalmente en torno a la Fundación Cubano Americana.
Fue tal su activismo contra la Mayor de las Antillas, que se creó una falsa imagen de que en ellos descansaba la política hacia Cuba y que los políticos estadounidenses que se apartaran de su línea serían castigados perdiendo los votos de un estado tan definitorio como La Florida -de los llamados estados pendulares, “Swing State Vote” en inglés- en elecciones presidenciales cerradas. Pero lo cierto es que el voto cubanoamericano jamás ha sido determinante para ganar una elección del estado de la Florida. Así lo confirma el destacado investigador cubano Jesús Arboleya: “En realidad, la importancia del voto cubanoamericano ha sido bastante exagerada, ya que apenas tiene relevancia más allá del enclave miamense y ni siquiera en esta región ha determinado el triunfo del candidato presidencial republicano en múltiples elecciones”.(44) Son el 5 % del electorado de la Florida y el 1 % del país. Tampoco en los condados floridanos donde se concentra la mayoría de los votantes cubanoamericanos, como Miami, Broward y Monroe, su voto ha sido decisivo en las elecciones presidenciales, donde siempre han ganado los candidatos demócratas, sin importar el nivel de preferencia que hayan tenido entre los votantes cubanoamericanos.(45) Por lo tanto, la influencia de la extrema derecha cubanoamericana en el sistema político norteamericano nada tiene que ver con el peso específico de su electorado, sino por la capacidad de imbricarse en el mismo y en sus mecanismos de influencia, a través de las propias oportunidades que les han ofrecido los grupos políticos dominantes de la sociedad norteamericana
El caso del niño Elián González durante la administración Clinton, puso en evidencia que cuando esta extrema derecha cubanoamericana se convierte en un obstáculo para los intereses del estado norteamericano, se les aparta del camino y poco importan sus reacciones coléricas.
Asimismo, el anuncio del presidente Obama el 17 de diciembre de 2014, sobre el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, dejó descolocado una vez más a esta extrema derecha cubanoamericana, demostrando que jamás han sido la cola que mueve al perro. Por otro lado, su base social se encuentra cada vez más erosionada ante las posturas mucho más flexibles hacia Cuba de las nuevas generaciones y los nuevos emigrados cubanos.

(Tomado de Elier Ramírez Cañedo, en Cubadebate) CONTINUARÁ... 

Notas:
(44)Jesús Arboleya, Cuba y los cubanoamericanos. El fenómeno migratorio cubano, Fondo Editorial Casa de las Américas, La Habana, p.167.
(45)Ramón Sánchez Parodi: La sociedad socialista cubana: actualidad, desafíos y perspectivas”. Ponencia en el CIPI, La Habana, 2012

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