jueves, marzo 26, 2009
Cuba, la “disidencia”, el mundo y Ravsberg
El corresponsal en La Habana de la oficialista agencia Reuters ha resumido en una jornada lo que la Cuba oficial y civil venimos años reiterando: la llamada disidencia interna carece de legitimidad y representación, están financiados por los gobiernos de Estados Unidos y de Europa, de forma directa -sus embajadas en Cuba- o indirecta -por medio de las muchas ONGs, academias, premios y "mulas" (emisarios individuales) que les remiten una ínfima parte de las cuantiosas sumas destinadas a la "demokratixación" de Cuba. Son disidentes de titulares de la prensa oficial transnacional (la del pensamiento único) y de los gobiernos qe los han aupado. Sus agendas políticas, económicas y sociales son un remake de las políticas anticubanas que al cabo de cincuenta años han fracasado y que no se corresponden con las aspiraciones de la inmensa mayoría de los cubanos. No tienen representatividad ni reconocimiento social. En el barrio donde vivo los hay, que han querido postularse en elecciones y solo han recogido seis votos, evidentemente de sus familiares. Han optado por acudir a las urnas a escribir obscenidades en sus boletas. No se pueden adaptar a las nuevas realidades porque su mentalidad es anexionista, subsidiaria del clientelismo imperial. Dicen que se sienten traicionados porque los visitantes extranjeros ya no los visitan, ni las embajadas los invitan a comer canapés de salmón, ni el dinero fluye como antes y en tiempos de crisis necesitan vivir... ¡sin trabajar!, del cuento. Deberían verse ante su propio espejo: ellos son los traidores. A ese paso, también la prensa oficial internacional -Reuters incluida- se va a quedar sin noticias de Cuba.
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