Querida Doctora Violeta Menjívar,
Viceministra
Fraterno
Doctor Pepe Ruales, Director de la Oficina Regional de la OPS/OMS
Distinguidos invitados, queridos médicos cubanos
Hace un año, en esta
misma ciudad, le escuché decir a la Doctora Mirta Roses, Directora de la
Organización Panamericana de la Salud, que pocos países en América Latina y el
Caribe y quizás en el mundo habían hecho un uso tan eficaz como eficiente de la
cooperación internacional para el desarrollo de su sistema nacional de salud,
con resultados destacados en un breve plazo, como lo había logrado El Salvador,
con el apoyo de un grupo reducido pero muy esforzado de médicos cubanos.
No niego que sentimos
orgullo y a la vez preocupación. Podríamos creernos arrogantemente aquella
afirmación, que agradecimos, pero recordamos enseguida que Cuba tiene
colaboradores de la Salud en todos los países de Nuestra América y en todas
partes los gobiernos y las organizaciones populares reconocen los aportes
modestos que hemos podido compartir con todos.
El caso de El
Salvador era en cambio muy particular. No se trataba de brindar directamente
servicios de salud a la población, como al común de los demás países de la
región, sino de contribuir con el conocimiento y las experiencias acumuladas
por la escuela cubana de salud a una reforma profunda, integral e integrada del
sistema de salud pública de uno de los países que había sido más golpeado por
el neoliberalismo y las prácticas genocidas de gobiernos anteriores, que
privaron al sector de muchos de sus más brillantes profesionales, ya fuera por
represión, por exilio o por forzarlos a cambiar la muceta de doctor por el
fusil libertario, como hiciera en su momento Ernesto Guevara.
Además, junto con la
Organización Panamericana de la Salud, cubanos y salvadoreños nos proponíamos
construir un nuevo modelo de cooperación triangular entre países del Sur y un
organismo de las Naciones Unidas, que sirviera de ejemplo sobre cómo se podía
hacer mucho sin politiquería ni propaganda, con un ajustado límite de recursos,
en medio de las nuevas condiciones del mundo, sacudido por una descomunal
crisis económica y financiera global que nosotros no generamos, pero que a
todos nos afecta profundamente. Era y es una batalla de ideas, por sembrar
nuevos valores.
Como los deportistas
olímpicos, nuestros compañeros tenían al llegar un record previo que vencer.
Una pequeña brigada médica de emergencia, que había permanecido en el país por
10 meses, convocada por la tragedia causada por la tormenta Ida, había dejado
un hermoso legado de servicio humanitario a 64 mil personas y beneficios a casi
medio millón de salvadoreños, además de que varios de sus integrantes
cuidadosamente seleccionados por esta pequeña y lúcida estratega que nos
acompaña, habían puesto su intelecto a favor del diseño de una ambiciosa y
profunda revolución sanitaria. Los nuevos brigadistas no podían defraudar
semejante huella, y no lo hicieron.
El 30 de septiembre
del 2010 comenzó la aplicación del Convenio Técnico de Cooperación sobre la
base de un Acuerdo de Cooperación entre Países y la OPS, con el objetivo de incrementar las capacidades técnicas del
Sistema con un modelo de atención primaria integral, que se desarrollaría a
través del despliegue de Equipos Comunitarios de Salud Familiar y Unidades
Comunitarias de salud Familiar
Especializadas, además de la potenciación de los existentes SIBASI y regiones,
y la construcción y funcionamiento de
Redes integrales e integradas del
Sistema de Salud.
Al cabo de 14 meses de trabajo los cubanos nos
enorgullecemos de haber compartido con ustedes este esfuerzo, de haber
aprendido de la medicina y ciencia salvadoreñas, de compartir sobre
experiencias y enfermedades desconocidas en Cuba, de desarrollar conocimientos
y acciones que en nuestro país ya son realidad desde hace años, y de haber podido
contribuir modestamente a los siguientes resultados –y me disculpan si me
extiendo en esta parte, que considero absolutamente justa y necesaria:
En el Primer Nivel de Atención, se elaboró el Manual de Organización
para el funcionamiento de las Redes Integradas e Integrales de Salud, los
Lineamientos operativos para el desarrollo de actividades en Ecos Familiares y
Ecos Especializados, el expediente clínico
para el Primer Nivel de Atención, los lineamientos del sistema de
referencia, retorno e interconsultas, la organización de la atención a las
diferentes formas de violencia y de los servicios odontológicos primarios.
También se participó en la elaboración de los indicadores de calidad y en
la creación de la ficha familiar, así como en la capacitación de los recursos
humanos para su aplicación, además de participar en las propuestas de tablas de salidas que
proporciona el sistema informático en línea, así como en la evaluación de los
indicadores del presupuesto por resultados y en la capacitación para la elaboración
del Plan Anual Operativo en las regiones sanitarias.
De conjunto, con el destacado equipo del Ministerio y a escala nacional,
nuestros colaboradores hicieron otros aportes a la consolidación de los Ecos
Familiares del 2010 y a la
implementación de los Ecos Familiares
del año 2011, que hoy totalizan 422 de los primeros y 26 de los segundos
en toda la Nación. Además, se asesoró a los ECOS Especializados en la
construcción de sus normativas, implantación y funcionamiento.
A nivel territorial destacan el trabajo realizado en apoyo al proyecto de
Nutrición del Municipio Morazán en el oriente del país; en la construcción e
implementación del Sistema de gestión de calidad en las redes integrales e
integradas de salud y en la capacitación y elaboración de los análisis de la
situación de salud integral de cada uno
de los ECOSF en funcionamiento, capacitando a todos los equipos técnicos y estructuras administrativas del Nivel
Central, Regiones, Sibasis y Ecos Familiares y Especializados, sobre Análisis
de la Situación de Salud, Familia y Dispensarización, en lo cual, además, se
pudo trabajar de la mano con otra importante institución salvadoreña, como es
FOSALUD.
Asimismo y por insistencia de María Isabel, nuestros compañeros arrimaron
el hombro al equipo que participó en la elaboración e implementación del Plan
Estratégico de Reducción de la Mortalidad Materna e Infantil a nivel de país,
uno de los más emocionantes y estratégicos desafíos que se propone vencer el
actual gobierno salvadoreño.
Y por último, en esta área de Salud Primaria, no podría excluir el
seguimiento del proyecto de estudio de la enfermedad renal crónica, conocido
como Nefrolempa, en el oriente del país y la implementación de su versión en la
región occidental. Sin dudas, este empeño es ya hoy uno de los más destacados
acontecimientos médicos en toda la región y sus resultados científicos se
proyectarán durante años sobre la salud de millones de salvadoreños y centroamericanos.
Otra área de trabajo fue la de Vigilancia
en Salud y Saneamiento. Aquí contábamos con una fortaleza
adicional, que eran todas las experiencias previas de ayuda al pueblo
salvadoreño en sus batallas cíclicas contra un dengue, que se había vuelto
endémico y cada año arrancaba decenas de vidas por el abandono de los gobiernos
previos y las amenazas que pesaban sobre la cabeza de los profesionales de la
salud que no maquillaban las cifras alarmantes.
Rindo aquí homenaje a los médicos salvadoreños de todo credo que
antepusieron su juramento hipocrático y comprendieron que para avanzar era
preciso actuar con honestidad profesional, revisar el 100% de los instrumentos
de captura de información y los tabuladores de información estadística, así
como elaborar nuevos instrumentos que garantizaran un sistema único de datos
con una reducción importante de la documentación a llenar por el personal
asistencial.
De esos empeños nació la propuesta de boletín
epidemiológico semanal, trimestral y el
Anuario Estadístico del 2010.
Por otra parte, se logró realizar el análisis de la información
epidemiológica de forma semanal, donde se integran los equipos de trabajo de cada una de las áreas. Se participó en la elaboración
del plan de abordaje al dengue, cólera,
malaria y enfermedades zoonóticas en el país. Se propuso la creación de un grupo de trabajo multidisciplinario para
el abordaje integral al dengue, y la metodología para el análisis del abordaje,
que permita que cada una de las estructuras y recursos desempeñe sus funciones
y se trabajó en la organización de la
primera, segunda y tercera
Jornada de eliminación de criadero que se efectuó en el mes de julio,
agosto y noviembre con sus tres momentos, Institucional, Familiar y
Comunitaria, realizándose recorridos por las regiones para el monitoreo y la
asesoría en las acciones propuestas por cada nivel local.
Convertidos en profesores y de conjunto con la OPS y el Ministerio de Salud,
los asesores cubanos trabajaron en el Diplomado en Epidemiologia –que fortaleció
los conocimientos de los recursos humanos que trabajan en esa importante área y
los que se encuentran en tareas gerenciales-, así como en cursos de
capacitación a los directores regionales en temas como Uso de las Estadísticas
y Mediciones en salud, Análisis de la Situación de Salud, Familia y Dispensarización,
Higiene y Epidemiología y Gerencia de Hospitalaria.
Asimismo, se logró implementar una reunión
periódica de coordinación técnica de los directores nacionales de ambos viceministerios
y se participó en la actualización de los lineamientos para abordaje integral a
Emergencias y Desastres. El resultado último y más visible de ello fue su
participación en las Comisiones Técnicas Sectoriales, tanto Nacional como
Departamentales, para el enfrentamiento de la
tormenta E 12l, empeño en que el sistema de salud salvadoreño exhibió el
músculo renovado y poderoso de una comunidad profesional y científica que comienza
a poner de verdad al ser humano en el centro de su atención.
En el área hospitalaria, que tantas
inquietudes motiva en algunos medios de comunicación oligárquicos, se trabajó en la elaboración de la
documentación para Monitores Regionales
de Hospitales, Indicadores Hospitalarios fundamentales a controlar por la
Dirección Nacional; en la organización y funcionamiento de los servicios de
Nefrología a nivel de país; en la evaluación del funcionamiento y organización
de los servicios del Hospital Nacional Rosales, y se presentó y aprobó la
desconcentración de los servicios a los Hospitales de Segundo y Primer Nivel,
lo que mejorará la calidad de la Atención Médica a los pacientes que requieren
de atención especializada. Además, por si todo ello fuera poco, se actualizó el
Reglamento General de Hospitales y el Reglamento Orgánico de la Dirección
Nacional de Hospitales.
Ustedes saben que uno de los pilares
de la medicina cubana es la investigación. De hecho no hemos descubierto nada
nuevo, sino ser consecuentes con un legado universal, y leales con aquellos otros
precedentes, insuficientemente reconocidos, que existían dentro de la escuela
de salud salvadoreña.
Por ello, como habíamos hecho durante la tormenta Ida en el año 2009,
promovimos la realización de dos nuevas jornada científicas en 2010 y en el
actual 2011 –en saludo al Día de la Medicina Latinoamericana-, precedidas por jornadas
en las regiones sanitarias, hospitales y en FOSALUD. Solo en la del año pasado
se llegaron a presentar en el evento nacional final unos 168 trabajos
científicos y participaron más de 300 trabajadores de la Salud.
Este año, como parte de la Tercera Jornada Científica Nacional en saludo al
Día de la Medicina Latinoamericana y a pesar de todos los problemas creados por
la tormenta E 12I, se realizaron jornadas científicas a nivel de SIBASI y
posteriormente en las regiones, donde se han presentado un número considerable de
trabajos que permiten el debate científico por parte de los equipos locales. De
ellos, se seleccionaran 5 trabajos por cada región para participar en una jornada
nacional que se efectuará el 15 de diciembre.
Lo que nuestros asesores han conocido en esos encuentros es a una comunidad
de profesionales ávidos por compartir experiencias y conocimientos, agradecidos
por el reconocimiento a sus estudios e investigaciones, y deseosos de hacer que
la ciencia empuje de una vez al gran carro de la salud de El Salvador
Hay algo que no quiero obviar, y es
la atención directa a los profesionales egresados de la Escuela Latinoamericana
de Medicina, así como a los alumnos de la ELAM que vienen al país a
sus prácticas en el período de vacaciones. Esas muchachas y muchachos han
sabido responderle a su patria y la mayoría de ellos que ya logró homologar y
legalizar su título, ha estado a disposición de la reforma, justo como se
comprometieron, en los lugares donde más se les necesitara, en las comunidades
más pobres, allí donde este Gobierno llevó con los ECOS, por primera vez en
doscientos años, el derecho a la salud que hasta entonces les había sido
negado. Barrer con la politización de que son víctimas esos jóvenes y
reconocerles sus justos méritos, es una tarea pendiente que juntos tenemos aún
por delante.
Querida María Isabel, Violeta, Pepe, amigos todos:
Si resumiéramos en números todo lo anterior, contaríamos 1,290 acciones de
asesoría, 565 de capacitación, 693 de monitoreo, en las que se pudo interactuar
en diferentes ocasiones con 21,451
trabajadores de los diferentes niveles del sistema de salud, con énfasis
en las visitas a los Ecos Familiares y
Especializados que alcanzaron la cifra de 525. Se realizaron 61 visitas a
Hospitales, 361 a unidades
comunitarias de salud familiar
intermedias y especializadas, 941 a regiones sanitarias y 332 a SIBASI. Sé que
Juan Carlos y su equipo están insatisfechos y que creen que pudieron hacer más,
lo cual es una buena señal para seguir adelante.
El saldo que nos deja este esfuerzo es haber comprobado que sí se podía,
que con un mínimo decoroso de recursos se le podían restituir los derechos
conculcados durante tanto tiempo al noble, sufrido y heroico pueblo
salvadoreño. Juntos hemos trazado muchos sueños. Juntos también hemos construido
todos esos sueños. María Isabel lo sabe, porque soñó con Fidel y con los padres
de la actual escuela de salud cubana la realidad que es hoy nuestro país. Como
lo saben los compañeros del Frente y la propia Ministra, que también soñaron y
se empeñaron con nosotros en fundar la ELAM, de cuyas aulas han surgido y se
graduarán de conjunto en los próximos años más de 110 mil médicos, de los
cuales, más de mil son hijos de esta tierra.
Martí decía, y Fidel siempre nos lo recuerda, que toda la gloria del mundo
cabe en un grano de maíz. Si nos hemos permitido hablar en voz alta de algunos
resultados, no es por vanidad, ni porque los reclamemos como propios, sino
porque sentimos que nuestros médicos han sido una pequeña parte de ellos
–granos en la mazorca, diría el poeta Nicolás Guillén. Y hoy, en vísperas del
regreso a la patria, recapitular esos resultados junto con ustedes nos
fortalece en nuestras convicciones, en nuestra creencia de que nuestra Patria
es la humanidad y que al darnos a ella, crecemos mejores como pueblo, a la vez
que nos hace comprender a todos que apenas se ha dado un pequeño paso y aún queda
mucho por hacer. Por todo ello y en nombre de los médicos, les damos las
gracias.
A mis compatriotas les digo algo para finalizar:
Regresan a nuestro país en un momento de forja fecunda, en el que como
parte del proceso de revolucionar a la propia revolución, por el que nuestro
pueblo optó y que consagró el VI Congreso del Partido, ustedes trabajarán en el
perfeccionamiento del sistema nacional de salud, en la corrección de sus
distorsiones y defectos, y en pulir y ensanchar sus virtudes con delectación de
artistas, como diría el Che.
No tienen, como no tenemos ninguno de nosotros, derecho a cansarse ni a
cejar en el empeño. Y si en algún momento les faltaran las fuerzas o el aliento,
no solo miren a su alrededor para inspirarse en la epopeya de nuestra gente. Recuerden
también que durante los últimos catorce meses fueron compañeros de trabajo de
profesionales que hacen su labor en las más adversas condiciones, de médicos
que en algún momento se vieron forzados a cambiar el estetoscopio por el fusil
para defender los derechos de sus pacientes y los propios, y de la infatigable doctora
María Isabel, de una leyenda viva de la medicina latinoamericana, de esta mujer
pequeñita, frágil y longeva que todos los días nos rejuvenece con su tenacidad, sabiduría y encanto. Si todos ellos
pueden en las peores circunstancias, ustedes también podrán.
Un
abrazo a todos, feliz regreso a la Patria, descansen y prepárense para nuevas
tareas en la Isla, en el mundo, ¡o de regreso a El Salvador!
No
los despedimos, sino que les decimos: ¡Hasta la victoria, siempre!
Muchas
gracias.
PALABRAS EN LA DESPEDIDA DE BRIGADA MÉDICA CUBANA DE ASESORÍA A LA REFORMA INTEGRAL E INTEGRADA DEL SISTEMA DE SALUD DE EL SALVADOR.
SAN SALVADOR, 29 DE NOVIEMBRE DE 2011
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