Queridos hermanos:
Deberes previamente asumidos antes de recibir la honrosa invitación cursada para acompañarlos en esa jornada me impiden estar presente en la solemne Santa Eucaristía con la que hoy dan apertura a la XLV Convención de la Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador.
Sentimos un profundo aprecio y respeto por la Iglesia que ustedes representan. Los anglicanos han sido pioneros en el Ecumenismo, en el diálogo fraternal, humano, teológico y de cooperación social entre cristianos de diversas iglesias y denominaciones, en el diálogo interreligioso y en el diálogo con toda la sociedad, sin exclusiones.
Cuando en 1948 se fundó el Consejo Mundial de Iglesias, con sus filiales en varias partes del mundo, los anglicanos estuvieron entre los primeros en responder y comprometerse en ese diálogo y desde entonces han trabajado en proyectos de unidad amplia con otros cristianos, con otras iglesias y con todos los actores sociales posibles, con independencia de que sean o no creyentes.
La reunión de ustedes tiene lugar cuando alrededor de 300 representantes religiosos de 20 países asisten a la VI Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias (CLAI), que sesiona en La Habana hasta el próximo domingo.
La cita se realiza a pesar de las trabas impuestas por el bloqueo económico, comercial y financiero que Estados Unidos mantiene contra Cuba, pues desde el pasado mes de febrero el gobierno de ese país trató de impedir la celebración al congelar los fondos destinados para ello, por lo cual, la Asamblea se realiza ahora con la ayuda y la solidaridad de otras iglesias, fundamentalmente europeas.
El V CLAI de La Habana se realiza bajo el lema Afirmando un ecumenismo de gestos concretos y buscará concertar acciones para impactar de modo más eficaz en la vida de las sociedades latinoamericanas y caribeñas que viven hoy un verdadero cambio de época debido a las experiencias de unidad e integración de los últimos años, y al espíritu de solidaridad que ha levantado este evento.
Las iglesias hermanas de la región también quieren conocer qué hacen sus similares en nuestra Patria, profundizar o iniciar lazos de solidaridad con nuestro pueblo, aprender de nuestro país y compartir sus valiosas experiencias.
Para los religiosos cubanos, la celebración de la Asamblea es un reconocimiento al trabajo ecuménico de las iglesias de la isla a lo largo de muchos años. Pero también, es una oportunidad para demostrar cómo la iglesia cubana trabaja en la búsqueda de la paz, del bien común de todos los cubanos, y busca caminos de transformación para Cuba y América Latina en un momento en que nuestra Patria preside la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El hecho de que esa VI Asamblea General del Consejo Latinoamericano de Iglesias sesione a la vez que esta XLV Convención Diocesana, debe ser visto como una evidencia de la salud, pujanza y voluntad de comunidades religiosas que inspiradas en los más altos valores cristianos y humanos, apuestan por cambios profundos, verdaderos, por no regresar al oscurantismo neoliberal que sufrieron nuestros pueblos, y porque triunfen los ideales unionistas, bolivarianos, morazanistas y martianos que asignan a la América Latina y el Caribe un destino glorioso de Patria grande.
De los religiosos salvadoreños, incluidos los hermanos anglicanos, los cubanos hemos recibido siempre ejemplo, solidaridad, comprensión, amistad y compromiso. La voz firme de muchos, entre ellos la del querido Obispo Martín Barahona, se ha levantado para reclamar el fin del bloqueo, el cese de las difamaciones y ofensas contra mi Patria, y para exigir el retorno a Cuba, con sus familias y su pueblo, de cinco luchadores antiterroristas cubanos presos injustamente en cárceles de Estados Unidos.
En el sacrificio de mi pueblo y en especial de esos cinco hijos, concurre, como en la experiencia anglicana, la luz de la tríada: escritura, tradición y razón, que sirven como triple criterio para discernir la fe y la ética de un pueblo que a muy duro precio conquistó su libertad, su dignidad y la igualdad entre todos sus miembros, elementos que también forman parte fundamental de los valores anglicanos, y que hoy defendemos y engrandecemos con nuestro trabajo.
Hacemos votos por el éxito de la XLV Convención, cuyos mensajes seguro llegarán a La Habana antes que la V CLAI concluya, y en nombre de nuestro pueblo y de nuestro Gobierno, les trasmito el más afectuoso y agradecido saludo.
Pedro P. Prada
Mensaje del Embajador de Cuba en El Salvador a la 45 Convención Diocesana de la Iglesia Episcopal Anglicana de El Salvador. San Salvador, 22 de mayo de 2013.
No hay comentarios:
Publicar un comentario