viernes, noviembre 03, 2023

LOS HEROICOS PALESTINOS NO ESTAN SOLOS Y REGRESARAN A SU TIERRA

Los cubanos fuimos educados por los padres fundadores de nuestra Nación y de nuestra Revolución a sentir como propia cualquier injusticia que se cometa contra cualquier ser humano en cualquier parte del mundo. Ya lo hemos hecho en diversas ocasiones en respaldo a la causa árabe y palestina frente al sionismo. Nos enorgullecemos de esa historia.

Y también lo hemos hecho formando cuadros políticos, militares, civiles y técnicos para los pueblos árabes y, en particular, para los palestinos, muchos de los cuales, especialmente los médicos, nos enorgullecen en estos días de dolor. Por eso estamos hoy aquí, en la Embajada de Palestina en Buenos Aires, después de casi un mes de tragedia, como ha estado nuestro pueblo a lo largo y ancho del país en las últimas semanas, expresándose contra el crimen.

PALABRAS DEL EMBAJADOR DE CUBA PEDRO P. PRADA EN EL ABRAZO SOLIDARIO DE LA EMBAJADA DE CUBA A LA EMBAJADA DE PALESTINA EN ARGENTINA, BUENOS AIRES, 2 DE NOVIEMBRE DE 2023

 

Querido hermano Embajador Riyad, sobreviviente de la masacre de Shatila, y por medio tuyo, todos los queridos compañeros palestinos:

Hoy es un día muy especial para los cubanos. Nuevamente en Naciones Unidas el mundo ha votado a favor de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra Cuba. De estar plenamente admitida, Palestina habría aportado con seguridad el voto 188. Solo se opusieron Estados Unidos e Israel.

Pero, como aclaró nuestro Canciller en su intervención, esta victoria nunca será completa hasta que no se condenen y cesen los otras medidas coercitivas unilaterales, bloqueos, genocidios, crímenes y guerras que se cometen contra la humanidad y, en primer lugar, el crimen contra los palestinos.

Por eso, y porque hoy 2 de noviembre hace 106 años que nació el conflicto y que hasta hoy nos estremece, estamos aquí.

La iniciativa de crear un estado para el pueblo judío en el territorio histórico de Palestina, recogida en una declaración unilateral del imperio colonial británico, modificó el derecho internacional, galvanizó el apoyo al sionismo y llevó a la creación del llamado “Mandato de Palestina” en la denominada Liga de las Naciones.

Más tarde, como resultado de los acuerdos de la segunda postguerra mundial, las potencias vencedoras impusieron la creación de Israel y la partición de los territorios palestinos. Aquella declaración de Balfour y la infame Nakba que le siguió, constituyen el origen del conflicto israelí-palestino.

Los cubanos fuimos educados por los padres fundadores de nuestra Nación y de nuestra Revolución a sentir como propia cualquier injusticia que se cometa contra cualquier ser humano en cualquier parte del mundo.

Ya lo hemos hecho en diversas ocasiones en respaldo a la causa árabe y palestina frente al sionismo, como ocurrió en especial en 1966 y 1967, cuando fuerzas cubanas estuvieron listas para preservar la integridad del territorio y la independencia sirias frente a la invasión del ejército israelí. Nos enorgullecemos de esa historia.

Y también lo hemos hecho formando cuadros políticos, militares, civiles y técnicos para los pueblos árabes y, en particular, para los palestinos, muchos de los cuales, especialmente los médicos, nos enorgullecen en estos días de dolor.

Por eso estamos hoy aquí, en la Embajada de Palestina en Buenos Aires, después de casi un mes de tragedia, como lo ha estado nuestro pueblo a lo largo y ancho del país en las últimas semanas, expresándose contra el crimen en colectivos laborales, estudiantiles, en campos y ciudades, en círculos de artistas e intelectuales, de mujeres y de jóvenes y niños.

Entre muchas expresiones, comparto con ustedes la del joven poeta repentista Marcos David Fernández, que, al improvisar versos de dolor y apremio, recogió los sentimientos de millones:

 

No puedo quedarme inerte,

yo dejo que el alma mande,

la guerra es un monstruo grande,

y está pisando muy fuerte.

Y ahora yo pido en la suerte

esa que siempre se empina:

soy de América Latina,

pero ante el dolor humano,

me siento que soy cubano

con el alma palestina.

 

Que el tiempo venga de frente,

que se acabe la agonía,

que la guerra, madre mía

no me sea indiferente.

Sé que en este continente

duele lo que en otro pasa,

porque cada vez que en Gaza

los hogares se derrumban,

me parece que le tumban

las paredes a mi casa.

 

Además de las declaraciones de nuestro Gobierno y de nuestro Canciller, el pasado sábado, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, realizó un enérgico llamado a la comunidad internacional a actuar de inmediato para poner fin a la barbarie del régimen de Israel contra el pueblo palestino.

Por principio, afirmó, los cubanos repudiamos los asesinatos de personas inocentes, como resultado de la actual escalada, que ataca con saña, sin distinción de etnia, procedencia, nacionalidad o fe religiosa.

Hemos condenado los bombardeos del régimen sionista contra la población palestina en Gaza y la destrucción de sus viviendas, hospitales e infraestructura civil, del mismo modo que compartimos el dolor por el sufrimiento de las víctimas civiles israelíes del conflicto, pero no aceptamos cierta indignación selectiva que pretende desconocer la gravedad del genocidio que se perpetra contra los palestinos.

Nada puede justificar las graves violaciones del Derecho Internacional Humanitario que están cometiendo. Israel transgrede todas y cada una de las resoluciones de la Organización de Naciones Unidas.

Un grupo de países, incluida Cuba, propusimos a la Asamblea General de las Naciones Unidas un proyecto de resolución que fue finalmente aprobado.

La Resolución demanda el cese inmediato al fuego, el establecimiento urgente de un mecanismo para proteger a la población civil palestina, rechaza el desplazamiento forzoso de civiles y aboga por el envío de ayuda humanitaria de emergencia.

Sin embargo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha sido incapaz de llamar a Israel a detener la masacre en curso por el veto de los Estados Unidos a todas las propuestas humanitarias que se han discutido.

No sorprende semejante actitud, pues los gobiernos de Estados Unidos han actuado históricamente como cómplices de la barbarie sionista, al obstruir de manera reiterada la aplicación de las decisiones de la ONU sobre Palestina y socavar la paz y estabilidad en el Medio Oriente.

Aquellos que se oponen al cese de la violencia tendrán que asumir la responsabilidad por las graves consecuencias que esto implica, sentenció finalmente el Presidente cubano.

Como afirmara en su momento el Comandante en Jefe Fidel Castro, “…la base de la paz justa en la región comienza por la retirada total e incondicional de Israel de todos los territorios árabes ocupados y supone para el pueblo palestino la devolución de todos sus territorios ocupados y la recuperación de todos sus derechos nacionales inalienables, incluido el derecho del retorno a su patria; a la libre determinación y al establecimiento de un estado independiente en Palestina, de conformidad con la resolución 3236 de la Asamblea General. Ello implica la ilegalidad y nulidad de las medidas adoptadas por Israel en los territorios palestinos y árabes ocupados, así como del establecimiento de colonias o asentamientos en tierras palestinas y en los demás territorios árabes, cuyo desmantelamiento inmediato es un requisito para la solución del problema”.

También recordaba Fidel:

“El movimiento revolucionario se educó siempre en el odio a la discriminación racial y los progromes de cualquier tipo, y desde el fondo de nuestras almas repudiamos con todas nuestras fuerzas la despiadada persecución y el genocidio que en su tiempo desató el nazismo contra el pueblo hebreo. Pero no puedo recordar nada más parecido en nuestra historia contemporánea que el desalojo, persecución y genocidio que hoy realizan el imperialismo y el sionismo contra el pueblo palestino.

“Despojados de sus tierras; expulsados de su propia patria; dispersados por el mundo; perseguidos y asesinados, los heroicos palestinos constituyen un ejemplo impresionante de abnegación y patriotismo, y son el símbolo vivo del crimen más grande de nuestra época.”

Por ello, preguntamos con el Presidente Díaz-Canel:

“¿Permitirá la comunidad internacional que continúe esta situación insostenible? ¿O seguirá siendo rehén de un ejercicio arbitrario como el derecho al veto que le impide actuar como debiera para detener el crimen?

“Cada momento de inacción y pasividad costará más vidas de inocentes. Hay que actuar de inmediato”.

Queridos hermanos, hemos venido hasta aquí para asegurarles que Cuba seguirá actuando y contribuirá en todo lo posible a los esfuerzos internacionales legítimos que estén dirigidos a poner fin a ese genocidio.

La historia, como aseguró Díaz-Canel, no perdonará a los indiferentes. Y los cubanos no estaremos entre ellos. “Es tiempo de poner fin a la filosofía del despojo para que muera por falta de incentivos la filosofía de la guerra”.

En nombre de los más de 9 mil mártires, de las decenas de miles de heridos, de los desaparecidos bajo los escombros.

En nombre de los más de 3600 niños asesinados, reafirmamos hoy más que nunca que los heroicos palestinos no están solos y que más temprano que tarde regresarán a su santa tierra:

 

¡Viva Palestina Libre!

 

¡Viva la Paz!

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