La Industria Nacional de Falsedades Obscenas para Buenos Aires y el Extranjero (léase INFOBAE) y la Empresa de Fakes Española (EFE) se conjugan para expresar dolor porque la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba (ETECSA) elevó su recaudación en más de 24 millones de dólares -más del 5000%- después de las medidas implementadas hace poco más de un mes, que pusieron fin al fraude internacional de que era víctima. El actual ingreso de 540 mil dólares diarios frente a los 10 mil que se ingresaban antes de la denuncia y las medidas de la empresa, ejemplifican, adicionalmente, la magnitud del daño económico que se le impuso, y lo exitosa que puede ser una empresa socialista en tiempos de depredación capitalista.
Aunque la decisión empresarial generó amplia polémica
nacional y condujo a negociaciones con sectores juveniles y estudiantiles que
estuvieron entre los más afectados desde el punto de vista de valor del megabit
de servicio transado, y que se saldaron con resultados aceptables para las partes, desde hacía meses ETECSA venía siendo objetivo de una operación de fraude internacional que la
despojaba de sus legítimos ingresos para financiar sus operaciones, ampliarlas
y elevar la calidad del servicio, como justamente reclamaban sus clientes.
Muchos se preguntaron por qué ETECSA denunció desde el mes de
abril el fraude, pero no actuó. Pocos se interesaron acerca del por qué se hablaba de
pérdidas millonarias en los ingresos de una empresa que es propiedad socialista
de todo el pueblo. "Fusilados" por la maquinaria comunicacional adversaria y
global, muchos de los clientes dentro y fuera de Cuba cuestionaron la magnitud
real de ese daño, y se preguntaban en qué específicamente impactaba. Más aún: quiénes
estaban implicados. Hay que reconocer que, por la forma en que actuó ETECSA y
comunicó sus decisiones, la medida generó malestar y no creó confianza, a pesar de que los
clientes más conscientes de la empresa estaban dispuestos a contribuir a la
disminución de esos actos fraudulentos.
El coronel Marcos Yobany Rodríguez González, segundo jefe
del Órgano Especializado de Enfrentamiento a los Delitos contra la Economía,
del Ministerio del Interior, compareció en el programa de la TV cubana Mesa Redonda
y explicó que la defraudación a las recargas internacionales de ETECSA se debía
a la articulación de un grupo de actores en Cuba y en el exterior que, mediante
diversos mecanismos tecnológicos, paralelos a los establecidos o contratados
por la empresa con sus distribuidores internacionales, realizaban la
comercialización ilegal de recargas nacionales en el exterior, aparentando ser
recargas internacionales, con precios aparentemente más atractivos.
En realidad, dijo el experto, «Son operadores de plataformas
que se interconectan con otras personas naturales y jurídicas, que son las que
utilizan y retienen estos fondos de divisas en el exterior para su empleo, con
fines individuales».
También añadió que, desde la isla, los recaudadores de
fondos, que son quienes les dan a los ordenadores de la recarga los efectivos o
dinero bancarizado –en moneda nacional– para poder ordenar la acreditación de
las recargas nacionales en los usuarios que están destinados como parte de este
proceso y esta compensación, le acreditaban en realidad saldos, robándoles el
dinero. Como consecuencia, se crearon estructuras delictivas cuyas operaciones eran
millonarias, y producían efectos adversos millonarios, en divisas que dejaban
de ingresar a la empresa.
Acciones policiales desplegadas tras la denuncia revelaron depósitos
ilícitos de decenas de millones de pesos y decenas de miles de dólares en manos de privados cubanos,
resultantes de dichas operaciones de estafa, así como el hallazgo de medios
tecnológicos empleados para ello. Las pesquisas nacionales apuntaron, además, a centros
de operaciones ubicados en la Florida, Estados Unidos, desde donde se dirigían
las acciones delictivas.
Por eso, llama la atención la insistencia de EFE e INFOBAE en
la queja del tarifazo, y en presentar el incremento de los ingresos como algo
negativo. Si ETECSA no fuera una empresa socialista de todo el pueblo y fuera
una transnacional robando a sus clientes, permanecerían callados, como hacen,
frente a los desmanes y mal servicio de las telefónicas privadas y transnacionales. No
hay palabras sobre sus “tarifazos” mensuales y, ni siquiera que gozan de
privilegios tecnológicos, financieros y fiscales que les son negados a la cubana, por
causa del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
Ahora, que los números han hablado y ETECSA vuelve a
disponer soberanamente de recursos financieros lícitos que antes eran
secuestrados por delincuentes transnacionales, los dolientes del tarifazo no
tendrán más remedio que cambiar de tema, a menos que se preocupen por dar
seguimiento al tema y reconocer cómo la empresa cubana invierte sus ganancias en desarrollo y calidad de sus
servicios para sus clientes, en el peor escenario geopolítico mundial, y
reconozcan cómo una entidad socialista cubana nos hace la vida más próspera,
comunicada y sostenible.
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