Se ha repetido, con razón, que Barack
Obama será el segundo presidente de Estados Unidos que visite a nuestro país.
Por cierto, cualquier lector que desconozca la historia de las relaciones entre
ambos países se preguntará cómo es posible que, existiendo tantas relaciones
entre ellos desde hace siglos y estando tan próximos geográficamente, solamente
un presidente estadounidense haya visitado a Cuba en los casi ciento catorce
años de establecido el Estado propio en nuestro país.