Hoy es 16 de abril, día de la proclamación
del socialismo como proyecto de Nación en Cuba, día de la
fusión de las organizaciones que dieron origen al Partido unido que tenemos
hoy, día en que el pueblo hizo su principal elección democrática: la de
defender con las armas y su vida las banderas abrazadas. Parecería que es solo
un comodín histórico de ocasión, pero todo tiene que ver con las CRÓNICAS DEL
DERRUMBE SOVIÉTICO. Por razones de mi primera vida, me gradué orgullosamente de periodismo en la Unión Soviética estancada, pero en una escuela que no sé bien si, por conservar parte de la pureza de las primeras escuelas de comisarios rojos, o por la influencia de la cercana frontera occidental, me permitió estudiar las ideas del socialismo en sus clásicos y en sus polémicas, y no en manuales.