En 2015, durante su segundo viaje a Cuba para encontrarse al cabo de 1500 años con la Iglesia Ortodoxa rusa, el Papa Francisco dijo que "Cuba, en la encrucijada entre el Norte y el Sur, el Este y el Oeste…, (constituía un) símbolo de las esperanzas del «Nuevo Mundo» y de los dramáticos acontecimientos de la historia del siglo XX… (Y que) si sigue así... será la capital de la unidad”.