Europa se desangra en una guerra preparada durante ocho años e impuesta desde el otro lado del Atlántico y prevenida tempranamente como un disparate por el ex Secretario de Estado Henry Kissinger. El mundo asiste imperturbable a un monstruoso genocidio en Palestina. Crisis y estallidos proliferan por todas partes con la complicidad y el silencio de políticos, gobiernos, medios y sus redes digitales. Mientras, para Cuba se cocina y anuncia una catástrofe -siempre a conveniente distancia y con todos los recursos del siglo XXI.