lunes, diciembre 19, 2011

¡QUE VIVA COMARACÁN, PRIMER MUNICIPIO LIBRE DE ANALFABETISMO EN EL SALVADOR!

Co. Salvador Sánchez Cerén, Vicepresidente de la República y Ministro de Educación
Co. Enris Antonio Arias, alcalde municipal de Comacarán
Distinguidos invitados 
Queridos ciudadanos de Comacarán, hermanos salvadoreños, hijos de este pueblo noble y heroico
 Hoy va a ocurrir aquí un acontecimiento excepcional que nunca debe olvidarse (APLAUSOS). Cuando esa bandera sea izada, ustedes estarán dejando atrás más de quinientos años de historia de usurpación y conquista, cuando el colonialismo español se apoderó de estas tierras que eran de pueblos ulúas y taulepa-ulúas, condenándolos al olvido y la miseria.
Estuve buscando datos, porque a un pueblo alfabetizado hay que tratarlo con mucho más respeto y hablarle con más conocimientos.
El 15 de octubre de 1577 Comacarán fue incluido como "pueblo de confesión" en el convento franciscano de San Miguel, junto con la población de Gueymetique o Guaymetique, de origen lenca, que por ser de escaso número de habitantes se extinguió o se fundió con los comacarenses originarios.
En 1689, según una crónica franciscana, San Gerónimo Comacarán, situado en terreno "muy áspero y pedregoso", tenía 50 personas de confesión entre hombres y mujeres. En 1740 San Gaspar Comacarán tenía unos 60 habitantes, según aseguran los asientos históricos de la alcaldía mayor de San Salvador. El arzobispo don Pedro Cortés y Larraz escribía entonces que en 1770, Comacarán tenía una población de 95 indios repartidos en 20 familias y 48 ladinos distribuidos en 10 familias. Años después, cuando el país se había independizado de España, el 12 de junio de 1824, Comacarán se integró al departamento de San Miguel y siguió creciendo en los años subsiguientes de modo que, hacia finales del siglo XIX, tenía una población de 780 personas que hoy llegan a poco más de 4 mil.
La perseverancia parece distinguir a los comacarenses a lo largo de su historia: a pesar de no ser reconocidos como municipio, combatieron por sus derechos civiles y democráticos, y eligieron durante años a sus propias autoridades, aunque fueran tierra olvidada de Dios y de algunos hombres. Con perseverancia lograron ser reconocidos como villa en 1997, fíjense ustedes, cinco años después de la firma de los acuerdos de paz. También con perseverancia han ido construyendo la necesaria infraestructura de vida: servicio de agua, de electricidad, caminos, escuelas, servicios de salud, con lo cual han ido borrando las diferencias y forjando la necesaria unidad sin la cual a los pobres nos es muy difícil sobrevivir en este mundo de rapiñas.  Y hoy, cuando se conmemoran doscientos años del primer grito redentor en El Salvador y Centroamérica, es precisamente en este lugar donde se proclama al Primer territorio libre de analfabetismo en la historia de El Salvador, ¡en toda la historia! (APLAUSOS) Eso es una cosa muy seria.
Yo trataba de hacer un simil, una comparación, y buscaba en nuestra propia historia un momento similar. Ocurrió el 8 de noviembre de 1961, cuando Melena del Sur, un municipio ubicado al sur de la capital de Cuba, fue proclamado el primer municipio libre de analfabetismo en la historia de mi patria. Allí hubo un acto como este y habló Fidel.
Comparto con ustedes algunas de sus emocionadas palabras dichas aquel día. Cito:
“Antes no hubiéramos tenido la oportunidad de celebrar un acto como este; antes se reunían los políticos y se reunían los charlatanes, en sus campañas politiqueras vísperas de las elecciones, y en sus trajines electorales, para decir siempre la misma cosa, para decir siempre la misma mentira, para proclamar siempre las mismas promesas falsas.
“Sin embargo, nunca jamás se habrían podido reunir los politiqueros que representaban a los intereses privilegiados y explotadores para celebrar un acto como este.  Para celebrar un acto como este, nuestro pueblo tuvo que luchar muy duro; para celebrar un acto como este, nuestro pueblo tuvo que derramar mucha sangre:  para realizar un acto como este, fue necesario barrer, con la Revolución,  la tiranía que oprimía a nuestro pueblo, y con la tiranía toda la camarilla de politiqueros corrompidos que oprimían y esclavizaban a nuestro país; para realizar un acto como este, fue necesario vencer muchos obstáculos; para realizar un acto como este, fue necesario enfrentarse al imperialismo intervencionista y agresor; para realizar un acto como este, fue necesario que nuestro pueblo se batiera heroicamente contra las hordas mercenarias que en este mismo Año de la Educación invadieron a nuestro país.
“Mas, no fue necesario solo el heroísmo de nuestro pueblo; no fue necesario solo el valor de nuestro pueblo. Fue necesaria también la fe de nuestro pueblo, y fue necesario el esfuerzo extraordinario que nuestro pueblo, principalmente nuestra juventud, ha venido realizando durante largos meses, para así poder izar aquí en este pueblo de la provincia de La Habana esa bandera que dice:  “Territorio libre de analfabetismo”.
“El derecho a izar esa bandera es el resultado del esfuerzo, del heroísmo y de la fe de nuestro pueblo en su propio destino…” (APLAUSOS)
Con excepción de alusiones a hechos estrictamente vinculados a la historia de Cuba, las palabras de Fidel que acabo de leer, dichas hace cincuenta años, encajan perfectamente en esta ceremonia.
Recuerdo que hace un año estuvimos aquí cerca, en un cantoncito ahí en las faldas del volcán Chaparrastique. Se entregaron títulos de alfabetizadas a unas trescientas personas. Y allí conocí a Enris y conversé con él, y me contó de los esfuerzos que estaban haciendo y que apenas les quedaban unos trescientos ciudadanos por alfabetizar. Sacamos cuentas con él.
Entonces comenzaba el trabajo de asesoría de profesores cubanos expertos en alfabetización. Los consultamos y concluimos que para los actos del bicentenario de la independencia, estarían listos para proclamarse territorio libre de analfabetismo. Luego hablamos con el Ministro y se lo propusimos. Enris sonreía con preocupación pero seguro de su gente, que no lo defraudaría. (APLAUSOS)
Todavía no estaba claro si serían los primeros. Estaban las dificultades para que llegaran las cartillas, para explicar el método “Yo, sí puedo”, con el que hoy se está alfabetizando en más de 30 países del mundo; hasta en la culta y desarrollada Europa, donde todavía hay rincones de pobreza y olvido. Había todo el temor por aquello que decían, que los cubanos veíamos aquí a adoctrinar y a lavarle el cerebro a la gente. Puedo preguntar aquí si alguien se sintió adoctrinado (EXCLAMACIONES DE ¡NO!), si a alguien le lavaron el cerebro (EXCLAMACIONES DE ¡NO! Y APLAUSOS).
Los alfabetizadores, los facilitadores, los promotores, los dirigentes todos eran salvadoreños, cuscatlecos, guanacos (APLAUSOS).  Nuestros compatriotas trabajaron a la sombra, con mucho respeto, cariño y dedicación. El mérito tenía que ser, como ha sido, del pueblo salvadoreño y de sus infatigables maestros y alfabetizadores (APLAUSOS).
Luego vinieron las lluvias terribles de octubre y yo le preguntaba todos los días a la responsable del grupo de asesores cubanos, a la profesora Aida Terrero (APLAUSOS), que por si no lo saben, es una de las más calificadas especialistas cubanas en alfabetización: ayudó en República Dominicana, en Venezuela, en Bolivia, en Nicaragua, redactó los manuales con que se ha alfabetizado en varios países (APLAUSOS). Y le pregunté a Aida si peligraba el compromiso. Además, yo me había comprometido con Enris en que, si lo lograban, estaríamos presentes para celebrarlo. Comacarán no falló, cumplió, ¡eliminó el analfabetismo!, (APLAUSOS) y aquí estamos nosotros ahora, cumpliendo también con la palabra empeñada (APLAUSOS).
De ahora en lo adelante serán un poco más libres, porque han logrado ser un poco más cultos. José Martí, nuestro héroe nacional, decía, que saber leer, es saber escribir, que saber escribir, es saber pensar, y que saber pensar, es saber ascender. Por eso quisiera regalarles otras palabras de Fidel, dichas cuando Cuba tuvo también a su primer municipio libre de analfabetismo. Decía de nuevo Fidel:
“…Ahora nuestro pueblo tiene la oportunidad de saber, de aprender y de conocer las grandes verdades.  Ahora no solo aprenden la verdad, sino que los que antes no podían aprender ni la verdad ni la mentira, porque no sabían ni siquiera leer, ahora también aprenderán la verdad (APLAUSOS).
“Esa es la importancia que tiene la tarea que ustedes están realizando; esa es la importancia que tiene la campaña de alfabetización.  Y nunca un pueblo se dedicó con más tenacidad y más entusiasmo a la tarea de enseñar y de aprender; nunca un pueblo le dedicó tanta energía a la lucha contra la ignorancia, a la lucha por la cultura…
“Los que enseñan la verdad preparan a los pueblos para comprenderla; los que enseñan la mentira condicionan a los pueblos para engañarlos.” (APLAUSOS)
Tengan la seguridad que, como decía Fidel, ahora nadie más los volverá a engañar. (APLAUSOS)
Pero no pueden quedarse aquí. ¿De qué sirve alfabetizarse si no continúan estudiando y, sobre todo, si no impiden que regresen el analfabetismo y el abandono escolar? Yo escucho siempre lo que dice el Ministro: hay que educarse todo el tiempo, para la vida. Los que obtuvieron su certificado de segundo grado tienen que aspirar a llegar a sexto grado. Los que llegaron a sexto, tienen que avanzar hacia la secundaria básica, calificarse en un oficio, como técnicos. Y los que ya estén en ese nivel tienen que plantearse seriamente hacer un bachillerato y aspirar siempre a más. Porque para que Comacarán siga creciendo y todo el país prospere, van a necesitar obreros calificados, técnicos, médicos, maestros, ingenieros, arquitectos, artistas, agrónomos, abogados y hasta buenos contadores y carpinteros. Y será necesario ayudar, además, a otros municipios, para alcanzar la misma meta y que nadie se quede atrás. (APLAUSOS)
En el mundo en que vivimos, solo pueden salvarnos los conocimientos y un corazón muy grande, solidario y generoso, que ame y abrigue a todos los seres humanos, como siempre nos insiste el Ministro. (APLAUSOS)
Repito lo que decía Ricardo en nombre de la Organización Iberoamericana de la Educación: estamos honrados y orgullosos de estar aquí. (APLAUSOS)
Ustedes le han demostrado al resto del país que sí se podía. Ustedes han reafirmado la fe en tiempos de descreídos. Ustedes son el nuevo rostro de El Salvador que cambia, y se unen a todos los países y regiones de Nuestra América que han echado a andar hacia el futuro.
Nos sentimos orgullosos de haberlos acompañado, de haber compartido nuestras experiencias y de haber aprendido con ustedes, y por ello los felicitamos en nombre de todo nuestro pueblo. (APLAUSOS)
¡Mantengan viva esa bandera! (APLAUSOS)
¡Que viva Comacarán, primer municipio libre de analfabetismo en El Salvador! (EXCLAMACIONES DE ¡VIVA! Y APLAUSOS)
¡Que viva la educación para todos! (EXCLAMACIONES DE ¡VIVA! Y APLAUSOS)
¡Seamos cultos, para ser libres!
Muchas gracias (APLAUSOS)

PALABRAS DURANTE EL ACTO DE PROCLAMACIÓN DEL PRIMER TERRITORIO LIBRE DE ANALFABETISMO EN EL SALVADOR, COMACARÁN, SAN MIGUEL, 19 DE DICIEMBRE DE 2011

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