Al bloqueo lo derrotaremos nosotros, con su solidaridad, pero, sobre todo, haciendo nosotros los mayores sacrificios para encontrarle cauces al desarrollo del país, para recuperar las producciones, ser mejores en todo y poder satisfacer un día las necesidades siempre crecientes de un pueblo tan digno como heroico, que merece vivir la vida digna y próspera que le está siendo negada con la larga guerra de Estados Unidos...
PALABRAS DEL EMBAJADOR DE CUBA EN ARGENTINA PEDRO P. PRADA EN LA CLAUSURA DEL XVIII ENCUENTRO NACIONAL DEL MOVIMIENTO ARGENTINO DE SOLIDARIDAD CON CUBA (M.A.S.CUBA)
La Plata, 17 de noviembre de 2024
Queridos amigos:
Mis primeras palabras son para felicitar a los varios
jóvenes que se nos han unido en este magnífico encuentro: hoy el día internacional
del estudiante y en las manos de ustedes, jóvenes, está el futuro. Deben
prepararse bien para transformarse en hombres y mujeres de ciencia y conciencia,
y aprender todo lo la escuela, la universidad, la sociedad y la familia puedan
enseñarles para servir bien a su patria y hacer de este mundo nuestro un jugar
más feliz, justo, solidario y habitable (aplausos).
A todos les expresó nuestro reconocimiento y gratitud por el
magnífico encuentro que han organizado, por la profundidad de los debates, el
valor de los documentos hoy leídos aquí -tanto las resoluciones de las
diferentes comisiones de trabajo como la Declaración final del encuentro. Son
documentos valientes, unitarios y de gran alcance que influirán en trazar los
caminos para cruzar los tiempos difíciles que nos esperan.
Abrazo a las 42 casas de amistad distribuidas en todo el país, desde La Quiaca hasta Ushuaia; a las organizaciones políticas, sindicales, de derechos humanos y sociales que integran el movimiento; a los integrantes de la Agrupación Argentina de Graduados en Cuba, a los escritores, artistas e intelectuales partes del capítulo argentino de la Red en Defensa de la Humanidad, y a las personalidades y organizaciones miembros del Congreso Mundial Antifascista, a los cubanos residentes que apoyan al M.A.S.Cuba, y, muy en especial, a todos aquellos amigos que por las dolorosas circunstancias que vive la Nación, no pudieron llegar hoy a La Plata.
Creo que ello es posible porque este movimiento de
solidaridad con Cuba tiene profundas raíces en la historia de ambos países y
pueblos, y tiene a importantes seres humanos que marcaron nuestros abrazos y
condicionaron nuestros vínculos: José Martí al servicio de Argentina en el
siglo XIX y el Che Guevara al servicio de Cuba en el siglo XX. ¡El más
universal de los cubanos y el argentino más universal! Aunque también recuerdo
a muchos otros que ya no están y trazaron el camino, como alguien muy ligado a
la historia de la revolución cubana, que vivió y trabajó en la isla en los
primeros años de la revolución, y que llegó a combatir en su defensa. Me refiero
al recordado John William Cooke, que acaba de cumplir 105 años (aplausos).
De la Cuba de hoy, de la situación que enfrenta nuestro
pueblo, no pretendo hablar. Ustedes han recibido una detallada explicación por
parte de nuestros compañeros, tanto en el plenario como en las comisiones de
trabajo. Varios han estado recientemente en Cuba y traen vivencias directas que
han compartido a lo largo del encuentro, y también han conocido por la prensa y
nuestras redes de las recientes batallas contra el bloqueo de Estados Unidos,
en la ONU, y en defensa de nuestra soberanía y dignidad en la recién finalizada
Cumbre Iberoamericana celebrada en Ecuador.
Sobre todo, esta última pone de manifiesto que la lucha
contra el bloqueo no es solo en la ONU, sino en todas partes, y que Estados
Unidos siempre encontrará quienes lo ayuden a mentir y atacar a nuestra Patria.
De ahí la importancia de algo que se ha dicho a lo largo de todo el Encuentro:
la necesidad de comunicar la verdad de Cuba, de romper el muro de silencios,
censura, tergiversaciones y mentiras que se levanta a diario para sostener a
ese bloqueo genocida, para justificar el crimen contra Cuba, y para esconder la
responsabilidad por la violación de los derechos humanos de millones de
cubanos.
Todo lo que hagamos para informar, explicar, persuadir,
esclarecer y desmentir siempre será poco en comparación con el poder de
nuestros adversarios y su control sobre los medios y redes. Como nos enseñó Fidel,
debemos librar la batalla de las ideas arrebatándoles el monopolio que ejercen
sobre el pensamiento, sembrando nuestras ideas y valores, defendiendo la
verdad. Si nos invitan a una batalla cultural, aceptemos el desafío y démosla
como corresponde a los guerrilleros de este tiempo: con la palabra, la verdad,
los argumentos, a tiempo, en todos los espacios, medios y redes.
Desde luego, hay otras realidades que debemos enfrentar, que
son las de lidiar con el cambio climático, los huracanes que todos los años nos
azotan y que esta vez nos golpearon brutalmente en dos ocasiones, a sabiendas
que, a veces, se unen otros fenómenos naturales, como el terremoto que estremeció
el oriente de la isla. Estos eventos dejan grandes daños que ni la más
saludable de las economías puede enfrentar sin sacudirse. Imaginen en nuestro
caso, brutalmente bloqueados y además, sometidos a los efectos de la crisis múltiple
que sacude a este planeta. ¿Cómo hacemos, por ejemplo, para reconstruir o reponer
las viviendas de 46 mil familias que quedaron sin techo de un golpe?
De ahí la importancia de la campaña solidaria que ustedes se
han propuesto retomar y que mucho agradecemos. Ya hubo una experiencia similar,
durante la pandemia, cuando no había transporte para trasladar la ayuda, aunque
después fueron ayudados por los Cascos Blancos. Ahora no hay transporte ni apoyo
de los cascos blancos. Por eso, la idea de recaudar fondos y colocarlos en un
lugar donde se puedan realizar de manera segura las compras centralizadas, de
la manera más eficaz y rendidora del dinero, de las necesidades priorizadas por
Cuba, es una feliz iniciativa que respaldamos.
Sin embargo, debo decirles algo. Aprendimos de Fidel que la
responsabilidad principal siempre va a ser nuestra, sin importar cuánto nos
ayude el mundo. Recordemos sus palabras en el concepto de revolución: “…emanciparnos
por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos…”. Y emanciparnos por
nosotros mismos y con nuestros esfuerzos es lo que ha hecho del pueblo cubano
en estos días, cuando tan pronto amainó la lluvia y el viento, y dejó de
temblar la tierra, se lanzó a borrar las huellas del destrozo, a salvar todo lo
que se podía recuperar, a limpiar las ciudades, a tender los cables de la electricidad
derribados, a desatar un huracán de solidaridad y un terremoto de humanidad, y
devolver paso a paso, la normalidad y la belleza a nuestras vidas.
Así también, al bloqueo lo derrotaremos nosotros, con su
solidaridad, pero, sobre todo, haciendo nosotros los mayores sacrificios para
encontrarle cauces al desarrollo del país, para recuperar las producciones, ser
mejores en todo y poder satisfacer un día las necesidades siempre crecientes de
un pueblo tan digno como heroico, que merece vivir la vida digna y próspera que
le está siendo negada con la larga guerra de Estados Unidos (gritos de “¡Abajo
el bloqueo!” ).
Inmersos en esos desafíos y batallas, nunca dejaremos de
cumplir con nuestros deberes solidarios e internacionalistas. De Fidel también
aprendimos que “quien no es capaz de sacrificarse por los demás, nunca será
capaz de sacrificarse por si mismo”. Veo además que hay muchos fidelistas en
este movimiento argentino de solidaridad con Cuba, que al sacrificarse por Cuba
expresan también su más patriótica disposición a sacrificarse por su Patria, la
Argentina, y hacer de ella un país mucho mejor. En ese empeño de amores
recíprocos, siempre cuenten con nosotros.
Tengan la seguridad de que nosotros seguiremos defendiendo
los valores y principios que nos trajeron hasta aquí, y entre ellos, en el
marco de nuestra política exterior antimperialista y anticolonialista, la
defensa del derecho irrenunciable de la Argentina a ejercer plena soberanía
sobre las islas Malvinas, las Georgias del Sur y las Sandwich del Sur (aplausos).
Ustedes acaban de rendir un hermoso homenaje a Fidel con el
documental, las canciones y las brillantes reflexiones de nuestra querida amiga
Stella Calloni, que hoy escuchamos aquí, Fidel, que este año cumplió 98 de su
nacimiento y 8 de su partida. Piensen ustedes que cuando nos volvamos a reunir
en el XIX Encuentro Nacional de M.A.S.Cuba, será en 2026, cuando se esté
cumpliendo el centenario del natalicio de Fidel y diez años de su inmortalidad.
Tendremos que rendirle cuentas nuestra lealtad a sus ideas y a su ejemplo, con
la guía de su concepto de revolución que es nuestra brújula.
Por eso, seguiremos luchando con unidad, audacia,
inteligencia y realismo, sin mentir ni violar esos principios a que aludí, con
la profunda convicción aprendida de Fidel de que no hay fuerza en el mundo
capaz de vencer la fuerza de la verdad y las ideas; comprometidos profundamente
con nuestro patriotismo, nuestro socialismo y nuestro internacionalismo.
Cuba tiene derecho a vivir sin bloqueo, en paz y libre
(aplausos y gritos de “¡Abajo el bloqueo!”)
Libres, como nacimos aquel Primero de enero de 1959, que describe en un poema dedicado a Fidel el gran poeta cubano Fayad Jamis:
Por esta libertad de canción bajo la lluviahabrá que darlo todo.
Por esta libertad de estar estrechamente atados
a la firme y dulce entraña del pueblo
habrá que darlo todo
Por esta libertad de girasol abierto en el alba de fábricas
encendidas y escuelas iluminadas
y de esta tierra que cruje y niño que despierta
habrá que darlo todo
No hay alternativa sino la libertad
No hay más camino que la libertad
No hay otra patria que la libertad
No habrá más poema sin la violenta música de la libertad.
Por esta libertad que es el terror
de los que siempre la violaron
en nombre de fastuosas miserias
Por esta libertad que es la noche de los opresores
y el alba definitiva de todo el pueblo ya invencible.
Por esta libertad que alumbra las pupilas hundidas
los pies descalzos
los techos agujereados
y los ojos de los niños que deambulan en el polvo
Por esta libertad que es el imperio de la juventud
Por esta libertad
bella como la vida
habrá que darlo todo
si fuere necesario
hasta la sombra
y nunca será suficiente.
¡Viva Cuba libre! (gritos de “¡Viva!” y aplausos)
¡Viva la amistad entre los pueblos de Argentina y Cuba!
(gritos de “¡Viva!” y aplausos)
¡Hasta la victoria, siempre! (aplausos)
¡Patria o Muerte, Venceremos!
(Gritos de “¡Venceremos!”, coros de “¡Cuba, Cuba, Cuba, el
pueblo te saluda!”, “¡Comandante Che Guevara, presente, ahora y siempre!” y “¡Comandante
Fidel Castro, presente, ahora y siempre!” y aplausos)
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