Cuba y Estados
Unidos anunciaron ayer un acuerdo para mejorar las relaciones migratorias entre
los dos países, animados ambos por el interés de seguridad nacional, el bien
común de las personas y las relaciones pacíficas, de respeto y colaboración
entre estados vecinos: Estados Unidos puso fin a la política de "Pies
Secos-Pies Mojados" que estimulaba la emigración ilegal, desordenada e
insegura de cubanos y el parole que
estimulaba la deserción de médicos cubanos el robo de cerebros; Cuba
acogerá a los excluibles de la oleada migratoria de los años ochentas y a otros
cubanos que son objeto de deportación por violar las leyes estadounidenses. La
reacción de otros gobiernos y de millones de personas habría sido de
satisfacción, porque el acuerdo es justo.