Distinguidos
invitados y amigos:
El
escritor cubano Alejo Carpentier dijo una vez que “el espíritu de la danza era
inseparable de la condición humana”, y añadía: “al inagotable cuerpo humano con
su caudal de recursos expresivos le quedan muchos idiomas que inventar, y
quizás éstos estén aún por descubrir en la historia total, sonido, movimiento y
voz resumidos en un espectáculo en el que cabe la vida por palabras, práctica
común e iniciativa que nos devuelve al origen, poniéndonos en condiciones de
retornar al proyecto que desemboque en la completa libertad, final feliz
reservado al ser que pueda merecerlo, porque «solo merece la libertad y la vida
aquel que cada día debe conquistarlas»”.