PALABRAS DEL EMBAJADOR DE CUBA EN EL ENCUENTRO VIRTUAL CON ARGENTINOS GRADUADOS EN CUBA, BUENOS AIRES, 24 DE SEPTIEMBRE DE 2020
Queridos graduados en Cuba, queridos amigos de
Cuba:
Es un privilegio y una gran oportunidad
podernos encontrar hoy diez años después de fundada la Asociación de Argentinos
Graduados en Cuba. Y es una reafirmación de la razón que asistía a la revolución cubana de asignarle a la educación
el lugar en que la colocó desde los primeros días, cuando lanzó aquella
gigantesca campaña de alfabetización que el nacimiento de todos los demás
nacimientos.
Nunca olvidamos aquello que bien aprendimos de
que una revolución verdadera solo puede ser hija de la cultura y de las ideas.
En ese camino Cuba recibió desde el primer día
mucha solidaridad, incluso de maestros argentinos, y un día pudimos comenzar a
devolverle al mundo toda esa misma solidaridad. Desde entonces, la formación
solidaria de profesionales ocupa un lugar privilegiado en la cooperación
internacional que nuestro país ofrece.
Son muchas las razones, pero la Cooperación entre las naciones del Sur
ha demostrado ser una herramienta eficaz para los países en desarrollo y para
el rediseño de las relaciones internacionales. Representa la consolidación de
alianzas y la determinación de las necesidades autóctonas entre naciones.
Constituye, además, complemento de los compromisos de los más desarrollados con
los países en desarrollo en la construcción de una sociedad sostenible a nivel
global, regional y nacional.
Cuba ha reafirmado su compromiso con los
postulados del Plan de Acción de Buenos Aires, con el Documento Final de
Nairobi y el Documento final de Buenos Aires de la Segunda Conferencia de Alto
Nivel de las Naciones Unidas sobre la Cooperación Sur-Sur, todos los cuales
mantienen su total vigencia y relevancia.
Cuba está determinada a continuar su
tradicional vocación de ayuda solidaria hacia los pueblos más necesitados, sin
condicionamientos y con absoluto respeto a la soberanía y autodeterminación de
cada nación. Los modestos aportes de Cuba son evidencia de las amplias
posibilidades de la Cooperación Sur-Sur.
En el caso específico de América Latina y el Caribe, nuestro
país concibe la cooperación como un medio fundamental para contribuir a los
procesos de integración y desarrollo de los pueblos hermanos. Der ahí que siempre tomamos en cuenta las
mejores experiencias desarrolladas en los últimos años por los países de la
región y por las organizaciones latinoamericanas y caribeñas de integración.
Aun cuando disponemos de limitados recursos
materiales, hemos puesto en práctica programas de cooperación en más de 150
países, donde han participado cientos de miles de profesionales en diversas
áreas y sectores. Lo hacemos a pesar de las condiciones injustas y desiguales
que nos impone el actual orden económico mundial.
Compartimos lo que tenemos, no lo
que sobra.
En el caso de la cooperación educacional, de la
que ustedes han sido beneficiarios, la vemos como un proceso dirigido a dar respuesta a los compromisos
gubernamentales en materia educacional, en la gestión de proyectos y donativos,
becas, convenios internacionales, movilidad académica y estudiantil, Servicios
Académicos y en la atención a estudiantes extranjeros.
La formación educacional en
Cuba combina una elevada preparación técnico-profesional teórica y práctica, con
elevados valores éticos y humanos, lo que permite la graduación de
especialistas no solo de alta calificación, sino de reconocidas virtudes que les
granjean de inmediato el prestigio, el reconocimiento y el respeto en sus
países.
Actualmente existen más
de 2000 convenios internacionales y cada año entre 4500 y 5000 profesores e
investigadores realizan acciones en el exterior. A su vez, alrededor de 8000
profesionales extranjeros visitan nuestras universidades cada año. Entre ellos
siempre hay profesores argentinos, que son altamente respetados.
Actualmente nuestras
universidades están insertadas en más de 300 redes académicas y científicas.
Con algunas tenemos convenios, en otras participamos activamente y en otras somos
miembros.
Desde el año 1959 a la
actualidad se han formado en Cuba unos 80 mil estudiantes extranjeros de 162 países,
de ellos unos 19 mil graduados de técnico medio y el resto -61 mil graduados de
nivel superior (incluidos 40 mil en Ciencias Médicas –la tercera parte). Este
hecho constituye una de las expresiones más notables de la solidaridad del
pueblo de Cuba con el mundo.
Solo en 2020 culminaron
sus estudios en Cuba 2912 estudiantes extranjeros (el 90% en Ciencias Médicas y
el resto en otras carreras).
En todos esos números
cuento a 1195 argentinos, de los cuales, 1068 son médicos, de cuyo desempeño
heroico en estos azarosos días nos hemos sentido muy orgullosos. Incluso,
cuando me han preguntado si van a venir médicos cubanos a apoyar al país en la
pandemia respondo que los médicos cubanos ya están aquí: ¡1068 médicos cubanos
nacidos en Argentina!
Estos resultados se complementan con otros
esfuerzos como:
·
La Operación
Milagro, que devolvió la vista a 4 millones de personas en 15 años.
·
El Programa
de alfabetización Yo Sí Puedo, con12 millones de alfabetizados en todo el mundo.
·
Asimismo, decenas
de entrenadores cubanos prepararon equipos de decenas de países en todos los juegos
olímpicos y panamericanos y centroamericanos de los últimos veinte años. Y por
supuesto, no pocos graduados en Cuba formando parte de los equipos técnicos y
las federaciones.
La cooperación cubana también ha estado en el
escenario de la COVID-19:
Como muestra de sus
compromisos, desde marzo pasado Cuba ha enviado 46 brigadas médicas a 39
diferentes países y territorios de los cinco continentes, con más de 3800
miembros para ayudar, dentro de nuestras modestas posibilidades, en la lucha
mundial contra la pandemia, en particular en los países del Sur.
Los médicos cubanos han
atendido a más de 255 000 personas y salvado más de 8000 vidas. Estos profesionales
se sumaron a los otros 30 000 que ya se encontraban cumpliendo misión en 58
países antes de la pandemia, como parte del compromiso de larga data asumido
por Cuba y su pueblo con la cooperación Sur-Sur.
Un caso particular, por
su heroico protagonismo en estas circunstancias, ha sido el del Contingente
Internacional de Médicos Especializados en Catástrofes y Graves Epidemias Henry
Reeve, que ha estado en la zona roja en varios escenarios del mundo, y que, por
su noble y abnegada labor y extraordinario prestigio, ha sido propuesto para el
Premio Nobel de la Paz.
Nuestra Patria ha compartido
algunos medicamentos desarrollados y producidos por nuestra industria biotecnológica
y médico-farmacéutica que, según la práctica demostrada, han sido altamente efectivos
en la prevención y tratamiento de la enfermedad. A la vez, informamos con
absoluta transparencia sobre investigaciones en marcha, como la de la vacuna contra
la COVID-19.
También, expertos médicos
e instituciones destacadas de Cuba han compartido sistemáticamente mediante
videoconferencias y seminarios virtuales sus mejores experiencias, prácticas y
protocolos médicos con múltiples países del Sur, incluyendo a los graduados en
Cuba, y han sostenido consultas y debates sobre los tratamientos específicos
para pacientes o grupos de pacientes en varios países. Así que, si se animan,
podemos armar nuevos intercambios.
Asimismo, las universidades cubanas se adaptaron
para atender sus compromisos con sus estudiantes. Es el caso, por ejemplo, de
la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM), que a través de su Aula Virtual
de Salud (AVS), inició el pasado viernes 4 de septiembre el curso escolar en la
modalidad a Distancia con los estudiantes que se están fuera del país por la
situación epidemiológica mundial.
Hemos desarrollado estos
esfuerzos a pesar de la intensa e injuriosa campaña contra la
colaboración médica que Cuba ofrece, desplegada por el gobierno de los Estados
Unidos, combinada con la amenaza de sanciones y presiones contra los Estados
receptores para que prescindan de ella
Acusan a Cuba de supuesta “esclavitud moderna”
y “trata de personas” y a nuestros trabajadores de alegada injerencia en
asuntos internos de los Estados en que están ubicados. A ustedes no tengo que
dar detalles. Ustedes nos conocen, nos acompañaron en Haití, en Venezuela y
otros lugares, y saben bien cómo actuamos.
Intentan además restablecer el llamado
“Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos”, que fue cancelado por
el gobierno de Obama, dirigido a la incitación al abandono de las misiones
médicas, a la politización y promoción de una emigración ilegal e insegura, a
sabotear los acuerdos bilaterales de Cuba con otros países, privarlos de los
servicios de salud, despojarnos de recursos humanos altamente calificados y,
eventualmente, de recursos financieros que puedan ingresar en algunos casos.
A la vez, han desatado un recrudecimiento
brutal del bloqueo, impidiendo la compra de respiradores, de medicamentos e
insumos de la salud o la entrega a Cuba de compras realizadas, o vetado la
transportación de donaciones y censurado a los resultados científicos y médicos
cubanos, como fue el caso del cierre de perfiles de Internet y redes sociales
donde se daría a conocer al mundo el registro y ensayo clínico de candidato
vacunal cubano contra la COVID-19.
Solo quiero añadir que
Cuba, su alma mater y la de otros tantos jóvenes en el mundo, nunca los
decepcionará. Ningún bloqueo, amenazas ni provocaciones nos apartarán de
nuestra ruta. Seguiremos fieles a nuestros compromisos. Sus profesores, sus aulas,
sus familias cubanas y todo nuestro pueblo siempre los recibirán con cariño y
respeto.
En su ejemplo como
profesionales de ciencia y conciencia nos sentimos multiplicados y siempre
confiamos porque, como nos enseñó a creer Fidel, un mundo mejor es posible.
Muchas gracias
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