Sr.
Viceministro
Distinguidos
invitados
Compatriotas
presentes
Parecería
que todo está dicho ya; pero las cosas, cada vez que son sinceras, son nuevas,
como apuntaba José Martí.
A esta hora en Santiago de Chile
callan los himnos y flashes de la I Cumbre de América Latina y el Caribe, y
Cuba, que fue cuna del hombre universal que hoy homenajeamos, ha asumido con
humildad, pero con un alto compromiso, la responsabilidad de liderar a las
naciones de nuestra comunidad en un año que se anuncia crucial e histórico para
su destino.
José Martí, el apóstol de Cuba y
de Nuestra América, que nació hace 160 años un día como el de hoy, no había
tenido un cumpleaños más merecido; si acaso, solo comparable a aquel de su
centenario, cuando la juventud cubana lo rescató de la ignominia en que quería
hundirlo una brutal dictadura, o aquel otro, de 1959, con la Patria ya para
siempre redimida.
Para quien tanto nos enseñó a
pensar, crear y actuar no como aldeanos vanidosos hijos de la tierra que
pisamos, sino como retoños de la humanidad toda que para él se acrisolaba ya en
esta formidable legión de pueblos y culturas hermanas que es Nuestra América,
las ideas siempre debían entrar con hidalguía y belleza, para mover la emoción
en los ojos, provocar la razón en nuestra mente, activar la pasión en el
corazón y llamar a la compasión en el pecho.
Quienes por siglos nos han
dominado, quienes no quieren pueblos alfabetizados, educados, ilustrados y
capaces de transformar al mundo y convivir en armonía con la naturaleza, solo
persiguen una meta tan irracional como inhumana.
Los pueblos, en cambio, sabemos
que la belleza puede ser viril, que ser sensibles es también un acto heroico,
que los valores están en los sentimientos y no en las cosas, que la revolución
no es solo un viacrucis de desafíos, sino una hermosura resplandeciente que
convoca, moviliza y une; que la Patria cabe en un verso; que el amor todo lo
vence, que todo lo humano nos es afín, y que, como diría Martí:
Todo es hermoso y constante,
Todo es música y razón,
Y todo, como el diamante
Antes que luz es carbón
A los escasos de alma queremos
desafiarlos desde aquí con un homenaje singular al Apóstol, como lo habría
hecho el propio Martí, con sensibilidad y arte, ¡y con poesía!, de modo que,
Si ves un monte de espumas,
Es mi verso lo que ves:
Mi verso es un monte, y es
Un abanico de plumas.
Mi verso es como un puñal
Que por el puño echa flor:
Mi verso es un surtidor
Que da un agua de coral.
Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.
Mi verso al valiente agrada:
Mi verso, breve y sincero,
Es del vigor del acero
Con que se funde la espada.
Para las cruzadas de la paz, el valiente
pueblo salvadoreño merece versos y arte breve, sincero y vigoroso, como las
espadas que hace 21 años guardó; para que eleve su corazón y vuele al futuro en
pos de más y nuevos cambios.
No
hay que preocuparse mucho porque arda el pecho. El alma –decía Martí- ha de
quemar, para que la mano pinte bien. Del corazón no ha de sacarse el fuego, y
poner donde él un libro. El pensamiento dirige, escoge y aconseja; pero el arte
viene, soberbio y asolador, de las regiones indómitas donde se siente.
Esta velada artística se la
dedicamos a ustedes con la misma emoción con la que hoy, cinco hermanos
antiterroristas nuestros celebraron el nacimiento martiano lejos de su pueblo,
encerrados en injustas celdas imperiales.
Uno de
ellos, Antonio Guerrero, que pinta y hace poemas para dar utilidad a sus horas
de agonía, acaba de escribir de Martí: “…A lo largo de todos estos años de rudo
e injusto encierro nos ha acompañado. Por eso, mientras hacía cada trazo de sus
retratos me sentía conversando con él, y con esa certidumbre y fuerza de su
hablar, me reiteraba: «el verdadero hombre no mira de qué lado se vive mejor,
sino de qué lado está el deber».
Hagamos todos hoy lo que es
nuestro deber, y hagámoslo sencillamente, con el corazón incendiado de alegría,
para que en las nuevas epopeyas Martí siga viviendo, en esta hora de la
definitiva independencia y para todos los tiempos.
Muchas gracias
PALABRAS EN LA VELADA CULTURAL CON MOTIVO DEL 160 ANIVERSARIO DEL NATALICIO DE JOSÉ MARTÍ, Cancillería de El Salvador, Antiguo Cuscatlán, 28 de enero de 2013
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