LA FALTA DE CORAJE DE LA CANALLA MEDIÁTICA

Esta es una construcción típica de posverdad que merece ser estudiada: "Casi nueve de cada diez cubanos tienen dificultades para adquirir productos de primera necesidad con el nuevo sistema de salarios y precios vigente desde el 1 de enero, según los resultados de una encuesta publicada este lunes por el medio estatal Cubadebate. Esto, unido a graves ineficiencias estructurales, un endémico déficit de balanza de pagos y la crisis en Venezuela, principal aliado comercial y político de La Habana, ha provocado una situación crítica de desabastecimiento que se traduce desde el año pasado en estanterías vacías en los comercios y largas colas para adquirir cualquier producto básico o no básico".

La información parece ser precisa. La fuente es seria -el medio público Cubadebate (que no estatal, lo cual es otro debate). Pero los elementos citados han sido quirúrgicamente diseccionados, despojados de carácter y sentido, y, adicionalmente, son una burda exégesis de lo que no se afirma por los primeros que comenzaron a responder. 

Pero dicho así, ¡por EFE!, y con seguridad reproducido por la transmedia sindicalizada a la que tributa la agencia de noticias que presume de española, se puede concluir con ligereza que el sistema cubano no funciona, es inoperante, etc, etc, etc. 

Llegados a este punto, lo publicado genera muchas preguntas si se acude a la fuente:

¿Cómo es posible que la agencia asuma como los resultados, las primeras cifras registradas de la votación en línea de una encuesta, el mismo día que esta se inició? ¿Esto es serio? ¿Cómo se asume que las preguntas referidas exclusivamente al impacto del ordenamiento monetario, pueden ser tratadas como un diagnóstico de la economía cubana?

¿Por qué EFE, que promete a sus 81 años ser un ejemplo de imparcialidad, potencia e inmediatez, ha devenido tan poco profesional cuando a las noticias de Cuba se refiere y se arriesga a especular? ¿Con quién compite, con El Nuevo Herald, con Infobae o con el Grupo de Medios América?

¿Por qué, si recoge la autocrítica que los cubanos con valentía nos hacemos, no refleja también la otra realidad crítica, descomunalmente dramática, que nosotros denunciamos, representada por el efecto del prolongado bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, que provocó más de 5 mil millones de dólares en daños materiales entre abril de 2019 y marzo de 2020 y que ha causado daños mayores desde entonces, debido a la demoníaca y desesperada carrera de sanciones que impulsó el gobierno de Donald Trump en sus meses finales? 

¿No se ha enterado la conspicua Agencia de los pleitos en la Florida y en Madrid contra empresas españolas que realizan negocios con Cuba, ni cómo las injustas y extraterritoriales medidas afectan al gobierno y a las empresas de España?

¿Por qué omite el impacto de la covid-19 en la economía cubana?, o es que la Isla no es de este planeta y la pandemia no nos afecta -incluidos entre los dañados a decenas de inversores españoles en Cuba, especialmente aquellos del sector turístico.

¿Cual es el peso combinado de ambos factores -bloqueo y pandemia- en la economía cubana, más allá de los factores de eficiencia que puedan señalarse? 

¿Puede la economía de algún país normal ser medianamente eficaz en condiciones de guerra y enfermedad generalizada?

¿EFE no sabe todo esto? O es que tiene órdenes de callarlo y ofrecernos un análisis ideologizado de los acontecimientos, desprovisto de "imparcialidad". 

Dice la Agencia EFE que "está haciendo una apuesta decidida por impulsar la verificación de datos en América Latina, una región `especialmente vulnerable´ a la desinformación y a la denominada infodemia, como han denunciado múltiples organismos internacionales". Su meta es "convertirse en el medio de referencia de esta labor en Latinoamérica". ¿De verdad?

Debería llenarse de coraje y verificar los datos sobre Cuba, no especular, decir toda la verdad y no una parte de esta; no desinformar y no contribuir a la infodemia.