Dicen los Estados Unidos que en 2015 quieren “empoderar” al pueblo de
Cuba para que ejerza sus derechos. Pero en 2014 decían que querían empoderar por
lo mismo a Ucrania y Siria. También a los venezolanos, como ya lo habían hecho antes,
en 2002. En 2013, los empoderados fueron los libios. En 2003, le tocó a los
iraquíes, que en 1991 vivieron un serio esfuerzo de empoderamiento.
Cuando Bin
Laden derribó las torres gemelas de Nueva York, el pueblo de Afganistán fue
empoderado entre 2001 y 2002 –W. Bush dixit.
Pero H. Bush, el padre, dijo en 1991 que rusos, bielorrusos, ucranianos,
kazajos, armenios, letones, azeríes, uzbekos, lituanos, tadzhikos, georgianos, moldavos,
turkmenios, estonios y kirguizios también fueron empoderados cuando se destruyó
la URSS. Entre 1980 y 1990 el empoderamiento del pueblo y sus derechos humanos,
a que se referían la plataforma de Santa Fe y Ronald Reagan, llegaron a
Centroamérica con los contras y de los escuadrones de la muerte. Kennedy
decidió en 1962, Johnson ratificó en 1964 y Nixon profundizó en 1968 el
empoderamiento de los vietnamitas. Por esos mismos años y durante los 70s, las
decisiones de todos los presidentes empoderaron mediante “gobiernos fuertes” a
los pueblos de República Dominicana, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay,
Guatemala, El Salvador y Chile. En 1961 una invasión también trató de empoderar
al pueblo de Cuba. Entre 1953 y 1993 el régimen del apartheid, con apoyo
internacional, empoderó al 20% de los sudafricanos… En 1898 el presidente William
McKinley fue “empoderado” por el Congreso de su país para declarar la guerra a
España, ocupar Cuba, forzar al régimen colonial a sacar sus fuerzas terrestres
y navales de la Isla y crear bases militares con el fin de empoderar a los
cubanos, devolverles su soberanía y ayudarlos a crear una república libre e
independiente…
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