En enero de 1959 triunfó en Cuba una revolución antidictatorial y
antimperialista, porque ese era el carácter del régimen que el pueblo derrocó,
y en mayo el gobierno revolucionario proclamó una mínima reforma agraria. Un
mes después se produjo la primera acción de bloqueo. En 1960 se negaron a
vender combustible y entregaron la cuota azucarera en el mercado estadounidense
a otros proveedores. Cuba compró petróleo a quien lo proveyó. Luego se negaron
a refinarlo y Cuba nacionalizó a las empresas.
En represalia, otras empresas
boicotearon la producción y los servicios y Cuba también las nacionalizó. Cuba
ofreció compensación a las empresas nacionalizadas. Las del resto de los países
cobraron. Las de Estados Unidos no: su gobierno les prohibió hacer tratativas
con las autoridades cubanas. Quemaron cañaverales y fábricas, financiaron y
organizaron bandas armadas, rompieron relaciones diplomáticas y luego lanzaron
una invasión. Cuba derrotó la agresión y se declaró socialista. Los partidos
políticos huyeron del país y Cuba construyó un partido diferente, de unidad
nacional. El bloqueo se extendió a través de decenas de regulaciones y leyes y se
sucedieron cientos de sabotajes y actos terroristas. Nunca nos rendimos y
acudimos a un referendo que consagró nuestra opción socialista. El Departamento
de Justicia certificó que Cuba debe compensar a las empresas estadounidenses
nacionalizadas por 7 mil millones de dólares. En el año 2000, el Tribunal
Supremo Popular falló a favor de una demanda del pueblo cubano al Gobierno de
Estados Unidos por daños económicos de 121 mil millones de dólares y otro
reclamo por daños humanos de 78,4 millones. Dicen que la Casa Blanca debe exigir
a Cuba poner algo sustancioso sobre la mesa de negociaciones antes de levantar
el bloqueo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario