A
pocos días de celebrarse en Panamá la VII Cumbre de las Américas, donde se espera con
ansiedad la presencia de los presidentes de Cuba y Estados Unidos- que por ese solo
hecho podría recordarse como un evento histórico- se incrementan en Miami las pugnas
entre los partidarios y detractores de la nueva política del ejecutivo estadounidense con
relación a Cuba, y son especialmente sonoras las pataletas de aquellos empeñados en defender la vieja
política, fracasada.
Ha
trascendido, aunque ha sido bien censurado por los medios transnacionales, que el Departamento de Estado está preparando
y financiando a un grupo bien seleccionado de supuestos opositores internos,
varios de ellos ya de gira por países de América Latina y Europa, que según sus
criterios, representarían en los Foros de la Cumbre que organiza la OEA, la verdadera Sociedad
Civil Cubana, en detrimento de aquellos legítimos representantes de
organizaciones sociales, de masas y asociaciones reconocidas legalmente en
Cuba y legitimadas por años de brega y millonaria participación.
Sin embargo,
para varias organizaciones de cubanos radicadas en la Florida,
ninguna de ellas representan a la Sociedad Civil
Cubana que por designios del Gobierno norteamericano es la que debe representar al pueblo cubano.
En sintonía
con esas consideraciones exhacerbadas por congresistas y senadores anticubanos,
organizaciones agrupadas en la
denominada Asamblea de la
Resistencia, entre ellas algunas con pasadas credenciales terroristas, como el Directorio Democrático Cubano,
Mar por Cuba, Junta Patriótica, Brigada 2506, Alpha 66, Consejo por la Libertad de Cuba, Grupos
de Ex Presos, 30 de Noviembre, Cuba Independiente y Democrática, Movimiento
Democracia y figuras aislada como Luis Enrique y Darsi Ferrer, se afanan por intentar llegar a Panamá.
Se cree tontamente que las
que no estén allí, poco podrán influir en el futuro de Cuba. No es que no vayan
a recibir financiamiento, pues en el presupuesto federal acaban de aprobar 2 mil millones para estos fines subversivos y todo hace indicar que recibirán algo para que
participen en algunas escaramuzas a conveniencia. Pero temen que no serán tenidas en
cuenta para un protagonismo significativo. Se han percatado que la balanza en Washington se
está inclinando hacia actores nuevos y no tan nuevos, y que transitan
aceleradamente en el nuevo escenario, ante el agotamiento de los que ya no
tienen nada nuevo que exhibir como no sea poner bombas, armar y entrenar mercenarios en Everglades o romper discos en la calle 8, ya sea
con aplanadora o armando griterias.
Ahora pretenden llevar a Panamá a otro grupo de “delegados”, tanto radicados en
la isla como en la diáspora, a los que consideran sus legítimos representantes
y del pueblo cubano de a pie. Hacerse presentes y visibles es vital para el
futuro por lo planean otros eventos interno, coincidentes con el de Panamá,
para lo cual han convocando a sus diezmados seguidores. Solo basta seguir la ruta del dinero (Follow the money!!!!).
Y esto es
otro tema de controversia, pues un grupo quiere que los "escasos" fondos de que
disponen se pongan en función de los opositores internos, pero otros no se
quieren perder la fiesta panameña, tal es el caso Janisset Rivero, del DDC y
Silvia Iriondo de MAR por Cuba, cuya organización e integrantes por su
vestuario y el telón propagandístico que usan en sus actividades pueden ser
confundidas como miembros del grupo terrorista ISI (Estado Islámico).
Miembros de
estos grupos comentan que los escogidos por la Casa Blanca –en su
mayoría opositores internos- y particularmente los más favorecidos (Manuel
Cuesta Morúa, Juan Antonio Madrazo Luna, Kirenia Núñez, Laritza Diversent,
Dagoberto Valdés, Rosa María Payá…) son individuos de élite, que aprovecharán
la ocasión para lucirse, posar ante los flashes, obtener protagonismo y los recursos logísticos y
financieros que antes les daban las instituciones federales y privadas
norteamericanas a las organizaciones en el exterior, con el fin de lograr la
“transición democrática de Cuba”.
Según
fuentes bien informadas, en lo que sí tienen razón es que en el caso cubano la OEA seleccionó la “delegación”
que escogió Estados Unidos para representar a Cuba sin tomar en cuenta a la Asamblea de la Resistencia, es decir,
que sus seguidores internos como los cntrarrevolucionarios Antunez, la chancletera de Berta Soler, la aguacatera de Martha Beatriz Roque,
entre otros, no fueron aceptados como participantes en los Foros de la
“Sociedad Civil y Actores Sociales”, y el de “Jóvenes”. Basta leer lo que dicen de ellos sus amos en Wikileaks para sacar conclusiones propias.
Lo de la Soler no tiene precedentes y
hay bastante rechazo por ella tanto en Washington como en Miami. Ella se creyó
en serio que era la Líder
y que podía hacer plantones a los norteamericanos (a la Jacobson por ejemplo). Lo
cierto es que aún subsiste porque han empleado mucho dinero, saben mucho de los tejes y manejes del Departamento de Estado y sus agencias y, con compromiso
contraído, no se pueden desmontar en dos minutos, pero de que tienen sus días
contados…
Por ello, es
que la Asamblea
de la Resistencia
llevará un grupo a Panamá por su cuenta a manifestarse contra los gobiernos de
Cuba y Estados Unidos, en un denominado “el Foro Paralelo de los cubanos” qyue curiosamente fue anunciado por Mr. Corúa (perdón, Cuesta Morúa, nada menos que desde el congreso de los Estados Unidos, privilegio que no alcanzaron ni los ucranianos amotinados de Maidán Nezalezhnosti en 2014)) . Sin
embargo, no están conscientes que, a lo mejor, ni tan siquiera pueden salir del
aeropuerto, pues con la magnitud del aparato de seguridad desplegado en panamá para la protección de los presidentes, la ciudad quedará prácticamente
paralizada. O simplemente se harán invisibles.
Es obvio que la
gran prensa estará centrada especialmente en las figuras de los mandatarios,
sus actividades y movimientos -especialmente el cubano y el estadounidense; por lo que difícilmente se ocupará de perder el tiempo en tonteras.
Ante la
situación actual, ya aparecen sus propios disidentes que sostienen
que el “exilio político histórico” en su conjunto es poco atractivo y tendrán
que ser muy creativos de lo contrario van a perecer, pues no pueden competir
con el proyecto del Gobierno Norteamericano de crear una sociedad civil cubana
"independiente", a su manera.
El punto
crítico es el dinero que circula hoy por rutas diferentes (Again, follow the monjey!!!).
Para
competir con ese proyecto estadounidense de crear una sociedad civil "creíble" para los burócratas de Washington, algunos de los
miembros de la Asamblea
de la Resistencia
están convocando al “Acuerdo por la Democracia en Cuba”, del cual nunca formaron
parte. Un engendro de hace casi 20 años de antigüedad, que se firmó en la
ciudad de Lubin, Polonia en 1998 y que luego trataron de darle nueva vida en el
2007, sin resultados notables. Algunos lo llaman “Acuerdo por la Demagogia en Cuba”.
La Asamblea de la Resistencia gestiona,
desesperadamente, el financiamiento para este viaje a Panamá, a través de la Freedom House, el
Instituto Republicano Internacional, la Fundación Valladares,
el Consejo por la Libertad
de Cuba (CLC), la Fundación
para los Derechos Humanos, el Partido Popular Español (PP), y el empresario de
origen cubano Leopoldo Fernández Pujals, Elena Larrinaga De Luis directiva de la Federación Española
de Asociaciones Cubanas (FECU) y la Democracia Cristiana
chilena.
Es un
“charquero”, en el que unos tiran para un lado y otros tiran para
otros y el denominador común es que cada uno hala para si. Esa dinámica no
cambió.
El gallinero
está alborotado, porque decirle "escenario" le da una altura conceptual y
académica que no le pega. Solo hay que explorar por Internet para conocer las
luchas intestinas que libran y no es exactamente por métodos de lucha; es sobre
todo, por protagonismo y financiamiento.Su
existencia se debe al dinero que reciben desde diversas instituciones del
Gobierno norteamericano, de sus aliados en terceros países, y de organizaciones
vinculadas a acciones terroristas contra su propio país.
Y entonces,
cuando de tales dimes y diretes se trata; Berta se quita la chancleta y dice
que ella es la que manda porque sí, que la que no vote por ella no cobra, y que
hay que pasar por encima de su cadáver; y si Antunez se quita el sellito con la
bandera norteamericana; y si la otra salió embarazada y tuvo que regresar a
Cuba; y si el otro fue a entrenar y decidió vivir en Miami; y si otra engañó al
marido. Pero de todo esto no se habla, porque Miami ni acepta tarros ni pugnas
internas. En fin, ¿de qué sociedad civil independiente del pueblo cubano están
hablando? Esto es de alquilar balcones.
Con información de Contrainjerencia.cu
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