UN SEÑORITO MUY PRESUMIDITO CON UNAS ÍNFULAS ENORMES

Dice el ex presidentico del gobierno español, José María Aznar, que le advirtió a Fidel Castro en un encuentro en 1998 que la revolución cubana no podría resistir las consecuencias del levantamiento del bloqueo de los Estados Unidos, y que Fidel quiso reunirse con él y Aznar le puso condiciones. ¿Advirtió? ¿Condiciones? ¿Aznar? ¡¿A Fidel Castro?! Suena a broma. Y lo peor es que como todo el mundo conoce tan bien a ambos políticos, y sabe de sus respectivas estaturas (no la física, que no es la más visible, sino la moral, que es la mucho más evidente), la gente podrá divertirse con las presumidas expresiones del españolito que lo ridiculizan aún más.
Si los gobernantes estadounidenses hubieran estado tan convencidos como afirma haberlo estado él (por cierto, por qué "Ansar" no convenció a su carnal George W. Bush) de que levantando el bloqueo la revolución se iba a pique, por qué no lo quitaron antes. ¿Por qué han tenido que insistir 56 años en una política fallida, genocida, condenada durante veintitrés años seguidos por las Naciones Unidas y por todas las cumbres iberoamericanas, latinoamericanas y caribeñas, africanas, árabes y hasta las que han reunido a la Unión Europea con nuestra región? Ahora Su Señoría se sorprende leyendo las noticias con que algo puede cambiar entre Cuba y Estados Unidos (sin hacernos nosotros tantas espectativas como él) y quiere salir de inmediato de consejero y experto a repartir receticas venenosas que más bien huelen al trauma de 1898, porque de pronto, si los cubanos y los yanquis se pusieran de acuerdo, a dónde iban a parar los negocios que algunos españoles querrían capitalizar en Cuba. Por ahí andan unos realistas criollos que en el siglo XXI siguen gritando desde Madrid "Viva Cuba española". ¡Qué verguenza!
Ojalá Aznar hubiera defendido de verdad a sus compatriotas empresarios de los nefastos efectos de las leyes Helms Burton y Torricelli. Ojalá cuando se fue a machacar inglés al Congreso en Washington en busca de una medallita, hubiera dicho "Please, do not insist any more on your embargo on Cuba because the next day it will be lifted, that day Fidel Castro will be brocken ". Nos habría ahorrado muchos sufrimientos sin que a Fidel le ocurriera nada. Mas, el caballerito sabía muy bien qué negocios (y odios) se traía entre manos. Por cierto, otra noticia de última hora, para que se entere: Fidel Castro, su pesadilla, hace 8 años y medio que dejó el poder y en Cuba hay otro gobierno, pero con la misma altura, el mismo pueblo y la misma revolución de su predecesor. ¡Datis decuestion!, diría José María.