El Ministro de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca Díaz viajó esta semana a Washington, donde ha brillado aquí por su capacidad de quebrar los estereotipos anticubanos sobre la Isla cerrada al mundo y a comercio. Fue además capaz de improvisar el
discurso en inglés, desplegar todo su ADN negociador y diplomático y, con la agudeza de sus argumentos y bromas con los
periodistas, también habló claro: las medidas estadounidenses, bien
recibidas por Cuba, “son insuficientes y, "o la normalización de relaciones es un camino de dos vías, o no lo es". Mientras Malmierca descubría ante los atónitos empresarios la irracionalidad de un bloqueo total de 55 años, en La Habana desfilaban presidentes, ministros, legisladores y miles de turistas, libros y editoriales como expresión de que nunca hemos sido nosotros los cerrados al mundo que se nos abre.
Vea ampliación de sus encuentros en Muchas oportunidades de negocios cn EE.UU., pero en un escenario sin bloqueo, en Malmierca y Pritzker: cruce de palabras en el Departamento de Comercio, y en Las claves de un consorcio para levantrar el bloqueo contra Cuba.
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