
La posibilidad de un concierto de la mítica agrupación británica en Cuba acapara la atención de medios que en todo el mundo se han hecho eco de la noticia. De concretarse el anuncio, la legendaria banda de rock cumpliría su sueño de tocar en Cuba, presentación que cerraría la gira Olé Tour, que por estos días realizan en Latinoamérica.
Lo interesante, lo significativo, lo curioso y hasta la sospechoso del caso es la coincidencia de esta presentación con el anunciado viaje a Cuba del presidente Obama.
Los que en los años del derrumbe socialista europeo y soviético pretendieron usar a los Rolling Stones y a su vibrante música, pensando que el humor, el colorido y la alegría que la caracterizan eran un anatema para los países del llamado socialismo real y del comunismo científico, no podrán hacer lo mismo en Cuba, donde la música, la alegría, el humor y la sátira forman parte de nuestra vida y han sido, para fortuna nuestra, parte de las "desviaciones burguesas" con que los que desaparecieron nos estigmatizaban, pero que a nosotros nos han servido de inspiración y escudo.
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