(Transcripción de la intervención en el espacio Dialogar, dialogar de la Asociación Hermanos Saíz, en un panel junto con Fernando Rojas y el Dr. José Luis Rodríguez, que moderó el Dr. Elier Ramírez Cañedo. Salón de Mayo, Pabellón Cuba, La Habana, 26 de agosto de 2015)
Cuando escribí este libro que ven aquí,
sobre el derrumbe soviético, y que la editora Abril se propone reeditar
para Cuba en los próximos meses, me propuse no agotar el relato en la
autopsia del cadáver, sino en comparar los hechos con mi propia
realidad, evadiendo todo lo que pudiera sonar a queja. Nunca olviden
aquello que enseñaba Martí: “la queja es una prostitución del carácter”.
Por ello no voy a caer en el mismo error. Más bien pretendo responder a
la pregunta que nos convoca: “¿Por qué se cayó el socialismo en
Europa?” –y por extensión, en la URSS-, con otra pregunta: “¿Por qué no
se ha caído en Cuba?”