Las administraciones norteamericanas nunca han sacado la lección de
cómo evaluar correctamente la situación política de Cuba. Siempre usaron
a los detritus para crear una supuesta oposición que la mayoría del
pueblo cubano rechazó e identificó con la servidumbre por el ideario de
“vivir de esto, chico”, como se vio decir eufórico a uno de sus más
consagrados asalariados ante las cámaras de televisión.
Más de 7 millones 553 000 electores, el 88,30 % del
total, ejerció el domingo pasado su derecho al voto, en la primera
vuelta de las elecciones parciales en las que se eligen los delegados a
las Asambleas Municipales del Poder Popular, resultados preliminares que
informó la Comisión Electoral Nacional (CEN) en conferencia de prensa esta semana.
Fueron válidas el 90,52 % de las boletas, en blanco el 4,54 % y
anuladas el 4,92 %. Las boletas en blanco son inferiores al 4,97 % del
proceso anterior, lo que subraya la calidad de un sufragio que tiene carácter
voluntario y secreto.